El brutal asesinato de Wilma Mobley, de 84 años, en Idaho, sin resolver durante más de dos décadas, ha sido finalmente resuelto.
Nuevos avances tecnológicos y el análisis de ADN de la ropa interior de la víctima llevaron a la identificación del vecino, Danny Lee Kennison.
El sospechoso se suicidó en 2001, cerrando el caso después de años de investigaciones sin resultados contundentes.
Si tienes algo más de tiempo:
Por más de veinte años, el brutal asesinato de Wilma Mobley, una mujer de 84 años, ha sido un caso sin resolver en Jerome, Idaho. La tragedia ocurrió el 10 de agosto de 1995, cuando Mobley fue encontrada muerta, víctima de estrangulamiento y ataque con un "instrumento tipo hacha", según las autoridades locales.
A pesar de la identificación de varios posibles sospechosos a lo largo de la investigación, la falta de pruebas concluyentes mantuvo el caso sin resolver. Sin embargo, este año, nuevos avances tecnológicos y el análisis del ADN recogido de la ropa interior de Mobley en el momento de su asesinato proporcionaron a las autoridades una pista crucial.
El jefe de policía de Jerome, Duane Rubink, anunció en un comunicado de prensa que el ADN llevó a las autoridades hasta un vecino de Mobley, identificado como Danny Lee Kennison. El sospechoso, sin embargo, ya no está vivo, ya que se quitó la vida en su residencia en Filer, Idaho, en 2001.
Kennison fue uno de los tres posibles sospechosos durante la investigación inicial, pero la falta de pruebas concluyentes llevó a que el caso se enfriara. El avance en la tecnología forense y la persistencia de las autoridades finalmente permitieron cerrar este caso pendiente.
Este trágico suceso, que ha afectado a la comunidad durante décadas, ha encontrado un cierre póstumo con la identificación del sospechoso, aunque este ya no esté vivo para enfrentar la justicia.