Un reciente ataque, perpetrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), ha sacudido al departamento del Cesar.
En la madrugada del lunes, maquinaria pesada fue incendiada, lo que generó un fuerte rechazo de autoridades locales y nacionales. Todos están pidiendo al Gobierno que refuerce de inmediato la seguridad en esta vital zona del país.
El incidente tuvo lugar en San Roque, Curumaní, afectando directamente al consorcio responsable de las obras viales en la Troncal del Magdalena 2. Un grupo armado irrumpió violentamente en la unidad operativa del proyecto, dejando más de 30 equipos destruidos, entre los que se encontraban excavadoras, mezcladoras de concreto, camabajas y cargadores.
Además de los cuantiosos daños materiales, dos vigilantes fueron retenidos y agredidos; afortunadamente, uno de ellos logró escapar y alertar a las autoridades.
Hermes Martínez, alcalde de Curumaní, expresó su indignación y urgió a las autoridades a identificar a los responsables para evitar que se repitan estos actos.
Por su parte, Eduardo Esquivel, secretario de Gobierno del Cesar, informó que el presidente Gustavo Petro y el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, ya están al tanto del suceso y se ha solicitado una "presencia institucional inmediata".
Esquivel destacó la complejidad de la situación de seguridad en el departamento, con la presencia de diversos grupos armados ilegales que ejercen presión en zonas rurales y sobre proyectos de gran importancia.
Desde el ámbito nacional, la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, condenó enérgicamente estos actos, calificándolos de ataques contra "la vida, la infraestructura y el desarrollo del país".
Óscar Torres Yarzagaray, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), subrayó que estos hechos no solo comprometen la estabilidad del proyecto, sino también el sustento de cientos de trabajadores.
"Atacar esta obra es atacar el desarrollo regional y nacional", afirmó Torres Yarzagaray, resaltando la relevancia de la Troncal del Magdalena 2 como una vía clave para la transformación territorial.
En un comunicado conjunto, el Ministerio de Transporte y la ANI anunciaron la activación de un protocolo para evaluar los daños y coordinar con las autoridades militares.
El objetivo es asegurar la zona y permitir la reanudación progresiva de las labores. El Ejército Nacional ha desplegado tropas de la Décima Brigada en la Ruta del Sol, específicamente entre Pelaya y Curumaní, para proteger a los trabajadores y habitantes de la zona.
Aunque la concesionaria Autopista del Río Grande, encargada del proyecto, no ha emitido declaraciones directas sobre el ataque, ha continuado publicando información sobre el estado de las obras y los trabajos de mantenimiento a través de sus canales oficiales.
La Troncal del Magdalena 2 es fundamental para mejorar la conectividad entre la región Caribe y el interior del país, prometiendo reducir los tiempos de viaje en casi dos horas y facilitar el transporte de productos agrícolas, derivados del petróleo y ganado.
La Federación Colombiana de Transportadores de Carga (Colfecar) también se unió al rechazo general, señalando que estos ataques minan la confianza de los inversionistas y frenan el progreso económico de las regiones.
La agremiación enfatizó que no se trata de casos aislados, sino de "acciones sistemáticas" que ponen en riesgo la infraestructura vial y a la población civil.
Colfecar reiteró su llamado al Ministerio de Defensa para que tome medidas contundentes que protejan estas obras y garanticen la movilidad en todo el territorio nacional.
Las autoridades mantienen una fuerte presencia militar en la zona y continúan las investigaciones para identificar a los responsables del atentado. Hasta el momento, no se reportan personas desaparecidas ni víctimas fatales.