Asesinado en barrio El Recreo se había salvado de un atentado en abril

• Wilmer Ariza Sánchez, alias "Matacaballo", fue asesinado a tiros frente al gimnasio Bodytech en Barranquilla por sicarios en un Kia Picanto.
• Ariza Sánchez había sobrevivido a un atentado en abril, donde murieron dos personas en su propiedad, lo que se investiga como una posible retaliación.
• La víctima había recibido amenazas extorsivas de la banda delincuencial "Los Costeños", según la investigación de las autoridades.

Asesinado Wilmer Ariza Sánchez, alias "Matacaballo", en las afueras de un gimnasio en Barranquilla

Un hombre identificado como Wilmer Ariza Sánchez, conocido con el apodo de "Matacaballo", fue asesinado a tiros en la tarde de este viernes 9 de agosto frente a una de las sedes del gimnasio Bodytech, ubicada en la carrera 43 con calle 61, en el barrio El Recreo de Barranquilla. El ataque, perpetrado por dos hombres que se movilizaban en un vehículo Kia Picanto de color blanco, ocurrió alrededor de la 1 p.m., según informaron testigos.

Ariza Sánchez, quien acababa de terminar su rutina de ejercicios en el gimnasio, intentó regresar al establecimiento al percibir la presencia de los atacantes, pero fue alcanzado por los disparos antes de poder ingresar nuevamente. Los sicarios huyeron del lugar en el mismo vehículo en el que llegaron, dejando a la víctima mortal en la entrada del gimnasio.

Este no fue el primer atentado del que Ariza Sánchez fue víctima. El pasado 23 de abril, en el barrio Santa Ana, un ataque a bala en su contra dejó como saldo la muerte de dos personas que se encontraban en la terraza de una vivienda que pertenecía a Ariza. Las víctimas de ese incidente fueron Jesús Salvador Perozo Perozo, de 39 años y oriundo de Venezuela, y Yeico Urueta Núñez, de 28 años, natural de Santo Tomás.

De acuerdo con las investigaciones, Perozo Perozo, conocido entre sus allegados como "Chavín", no presentaba antecedentes penales ni estaba vinculado a alguna estructura delincuencial. Sin embargo, recibió nueve impactos de bala, cinco de ellos en la cabeza, mientras que Urueta Núñez fue impactado por siete disparos en el tórax y abdomen. Ninguno de los dos fallecidos, según las autoridades, tenía vínculos con bandas criminales.

Las autoridades manejaron en su momento la hipótesis de una posible retaliación como móvil del ataque, dado que la propiedad donde ocurrieron los hechos pertenecía a Wilmer Ariza Sánchez. Según se ha conocido, Ariza era supuesto dueño de varias rutas de cobradiario y había sido blanco de amenazas extorsivas por parte de la estructura delincuencial "Los Costeños".