Los feligreses que terminaban de salir del último servicio religioso de la iglesia San Rafael Arcángel de Normandía, en Soledad; tuvieron que volver a persignarse en las afueras del templo cuando casi en el atrio se toparon con el cadáver de un hombre que acababa de ser baleado.
A esa hora, 7:45 de la noche del martes, desconocidosen motocicleta le propinaron siete balazos por la espalda a Juan Carlos De Alba Arroyo, de 35 años.
Testigos dijeron que la víctima caminaba desprevenidamente, cuando de repente aparecieron dos hombreres a bordo de una motocicleta. El parrillero sacó un arma de fuego y sin contemplación disparó contra su objetivo y huyó inmediatamente del lugar.
Personas que se movilizaban por allí lo recogieron sangrante para trasladarlo a un centro asistencial, pero a los pocos metros, justo frente a la parroquia, se percataron de que el herido había fallecido. Ahí mismo lo dejaron tendido para la sorpresa posterior de los feligreses que salían de la última eucaristía.
El ataque a bala ocurrió en la calle 49 con carrera 18, en límites entre Normandía y Villa Soledad.Los curiosos que llegaron al lugar de los hechos afirmaron que el hombre no era conocido en el sector y que jamás lo habían visto.
La identificación plena se logró en horas de la mañana de ayer en Medicina Legal, familiares confirmaron que el occiso respondía al nombre de Juan Carlos De Alba Arroyo. Su hermano Never Arroyo, contó que Juan Carlos salió a las 6:00 de la tarde de su casa en el barrio Villa Adela, también de Soledad, rumbo a una discoteca en el norte de la ciudad donde trabajaba como guarda de seguridad.
Agentes de Policía Judicial que participaron en la inspección del cadáver expresaron que podría descartarse la versión de un atraco por la cantidad de proyectiles que lo impactaron, y por la forma en que lo abordaron los asesinos. La familia dijo por su parte que “no se sabe si le dispararon para atracarlo, o si fueron directo a asesinarlo, ya que Medicina Legal no ha dicho si ingresó con sus pertenencias”. Indicaron también que Juan Carlos no había manifestado tener problemas con nadie ni había denunciado amenazas de muerte en su contra.
De Alba Arroyo tenía cuatro meses de laborar como vigilante en el sitio de diversión. Actualmente estaba separado de la esposa y dejó dos niños de 2 y 14 años. Se estableció que la víctima antes de vincularse a la discoteca, fue conductor de buses urbanos en Sobusa, Coochofal, La Carolina y Transmecar.