Una tarde para olvidar fue la que vivió el pasado viernes una pareja de pensionados franceses que llegó a La Boquilla con el fin de disfrutar de la playa y la tranquilidad. A la 1:00 de la tarde, Dominique Torá junto con su esposo René Tora, decidieron alquilar una carpa a la orilla del mar guiados por un grupo de jóvenes denominados los ‘pide-pide’ que se ubican a la entrada del corregimiento.
Luego de pedir dos pescados, tres cervezas y una botella de agua, los ‘pide-pide’ se aparecieron sorpresivamente con una picada de mariscos y, al caer la tarde, les informaron que la cuenta daba $850 mil pesos. Esta situación sorprendió a la pareja que decidió no cancelarla. Sin embargo, cuando ya se iban de la playa fueron seguidos por el grupo de muchachos y en una zona oscura de La Boquilla fueron atracados con cuchillo y despojados de sus pertenencias.
Ante la tensa situación que vivían los franceses, decidieron desplazarse hasta la Policía y allí les sugirieron que llegaran hasta la inspección de Policía de La Localidad Uno ubicada en el sector túristico de Bocagrande. La situación está en manos de las autoridades que vienen investigando el caso a fin de individualizar a los implicados en este hecho. Gracias a la colaboración de algunos de los boquilleros los jóvenes están plenamente identificados. Miembros de la Sijín se desplazaron ayer hasta el hotel donde se encuentran hospedados los extranjeros y visitaron en tres oportunidades el restaurante donde se registraron los hechos.
HABLA EL DUEÑO DEL RESTAURANTE
Carlos Arturo Jiménez, propietario del restaurante El Rey Arturo, precisó que él alcanzó a ver cuando un grupo de tres jóvenes que hacen parte de los ‘pide-pide’ acomodaron en la carpa a los extranjeros. Precisó que se acercó a donde ellos y les explicó lo que tenían que cancelar por ella y luego les ofrecieron los pescados.
Añadió que sorpresivamente los jóvenes llegaron a donde estaban los extranjeros con una bandeja mixta de mariscos. El propietario del restaurante aclaró que al momento en que le estaban haciendo la factura a la pareja él no se encontraba presente y aclaró que entre los muchachos que estaban presentes se encontraba un joven a quien lo conocen en la Boquilla como Elio Boom, el Chachi y dos de sus cuñados.
“Llegué a la carpa y en cuanto vi la discusión traté de mediar porque el nombre de mi restaurante está de por medio. Ellos me dijeron que cuánto me debían por lo que les había ofrecido y les dije que 60 mil pesos. Él sacó dos billetes de 50 mil y me canceló lo que me debía”, comentó Carlos Arturo Jiménez quien se sorprendió al ver que los muchachos estaban peleando por la cuenta de la picada mixta y la comisión por haberlos llevado hasta este sitio. Según Carlos Arturo el extranjero le dijo a los dos jóvenes que lo dejaran tranquilo porque no tenía más dinero y fue entonces cuando decidieron seguirlos en dos motos y veinte minutos más tarde Dominique gritaba que la ayudaran porque los estaban atracando.
LA AGREMIACIÓN TIENE LA PALABRA
Rodrigo González, representante de la Asociación de Restaurantes de La Boquilla, precisó que ante la grave situación que están viviendo en este corregimiento, las autoridades han hecho caso omiso a lo que viene sucediendo.
“Nadie le quiere poner el pecho a esta situación. La inseguridad es total en La Boquilla y lo hemos venido denunciando constantemente”, precisó González quien dijo además que los turistas además de ser estafados fueron atracados porque les permitieron que estuvieran después de las 6:00 de la tarde.
Lo que se está evidenciando en La Boquilla, según el representante de los restauranteros, es una nueva modalidad delictiva donde los ‘pide-pide’ entretienen a los visitantes para aprovechar cuando están solos y despojarlos de sus pertenencias. “A esta situación hay que ponerle freno porque hasta que no haya un muerto no vamos a ver qué tan grave es lo que está pasando”, dijo.
Se pronuncia Fenalco
Finalmente, Monica Fadul, directora ejecutiva de Fenalco, lamentó esta situación que muestra dos problemas: primero, el abuso de algunos comerciantes ubicados en áreas no urbanas del territorio que pretenden cobrar por unos servicios que van contra el sentido común, y quienes, además no se sujetan a la normativa que impone la ley al empresario formal, lo que se convierte en doble competencia desleal colectiva, pues ahuyenta, a los turistas de esta zona. "La segunda es la seguridad personal, que si bien sabemos no podremos llegar al ideal de que nunca sucedan hechos como este, común en muchos destinos turísticos, si podemos sin duda reforzarla en los espacios donde el turismo es mas vigoroso".
Antecedente: Cobro excesivo a comienzo de año
En enero pasado otro cobro excesivo en La Boquilla fue noticia. Comenzaba la temporada de vacaciones de fin de año y una factura, a mano, en la que no se observa el NIT del establecimiento ni ningún otro elemento que diera certeza de su carácter formal, se convirtió en la evidencia de un denunciante anónimo que decidió divulgarla por las redes sociales para expresar su molestia por el cobro de $352.000 por un servicio en las playas de La Boquilla.
Según se observa en la factura, que tiene como fecha 31 de diciembre de 2016, la cifra fue cobrada solo por consumir dos piñas coladas (a $60.000 cada una), $100.000 por el alquiler de una carpa, y el uso de dos sillas para asolearse ( cada una por $50.000). Además, fue exigido el pago por “servicio en playa” por un valor de $32.000. Los agentes de control como Corporturismo se han pronunciado; sin embargo, la situación continúa generando la polémica principalmente en La Boquilla.