La ingesta de licor que no es controlada por las personas puede producir daños irreversibles en la salud, o provocarles la muerte por accidentes derivados de este consumo excesivo de alcohol. Esto último fue lo que al parecer le sucedió a Freddy Antonio Cuello Remón, de 57 años, quien a la una de la tarde del miércoles se cayó y recibió un fuerte golpe en la cabeza, cuando caminaba en avanzado estado de embriaguez.
El incidente fatal ocurrió en el barrio San Roque, calle 28 No. 34 -02. Según testigos, Cuello Remón llegaba a su casa luego de haber estado ingiriendo licor y escuchando rancheras en una de las esquina del mencionado barrio.
Al intentar abrir la puerta de la vivienda perdió el equilibrio y quedó tendido en el pavimento al golpearse la cabeza contra una piedra. AL DIA conversó con los familiares de la víctima, que contaron su versión de los hechos. “Mi papá era una persona alcohólica, siempre terminaba en el piso cada vez que tomaba. Estaba bebiendo ron desde el domingo hasta el miércoles, que se cayó en la terraza de la casa”, relató la hija Mara Cuello. Una vecina que reside pensionada en la vivienda de Cuello Remón al sentir el estruendo de la caída salió a auxiliarlo.
Al encontrarlo en estado inconsciente trató de reanimarlo con alcohol. “La señora lo ayudó y lo bañó para acostarlo y que se le quitara la pesadez, pero a eso de la una de la mañana del jueves, cuando se levantó para revisarlo, vio a mi papá vomitando sangre. Junto con vecinos de la cuadra lo llevaron al Hospital Barranquilla, y de inmediato me llamaron”, agregó Mara.
Del Hospital el hombre fue trasladado a la Clínica Reina Catalina, donde ocurrió su deceso. Freddy Antonio Cuello Remón tenía adicción al alcohol desde hace más de 20 años, reconoció igualmente la familia. “Mi papá también perdió la vida por las demoras de las ambulancias y el mal servicio que estas prestan. Tuvimos que esperar desde las 2 de la madrugada hasta las 8 de la mañana del jueves a que llegara una para poderlo remitir a la clínica. Tenemos un pésimo servicio de salud”, se quejó Mara Cuello.
Cuello Remón era el tercero de cuatro hermanos, deja cuatro hijas y había sido conductor de volqueta, pero actualmente vivía del alquiler de las habitaciones de su propia casa.