A Eneil Dager Bovea Maldonado, de 44 años, lo sorprendió la muerte “pasando el rato”. Eras las 9:20 de la noche cuando salió a tomar un poco de fresco en la puerta de la casa, puesto que el sector no había luz y acompañado de la poca claridad de una lámpara detallaba en una revista unos zapatos que pensaba encargarle a una vecina.
En esos instantes, el silencio de la calle 8 con carrera 27, en el barrio Rebolo, fue sacudida por el mofle de una motocicleta que a toda velocidad se acercó hasta donde estaba Bovea Maldonado sentado en una silla plástica.
El parrillero descendió y con arma en mano lo intimidó. Sin embargo, Eneil Dager no se amilanó e intentó quitarle el arma al pistolero que con la experticia de su cruel oficio fue más ágil y le terminó asestando tres disparos en el rostro a su víctima.
El sicario abordó de nuevo la motocicleta y se perdió del lugar.
Mientras tanto, dentro de la humilde vivienda construida con bloques de cemento y láminas de zinc, donde vivía la víctima estaba Mireya Martínez, su pareja sentimental, quien al escuchar los disparos corrió despavorida en su búsqueda para encontrarlo con el rostro bañado en sangre y ya sin aliento.
El crimen del hombre, a quien conocían como el Primo en el barrio corrió como pólvora y así llegó a la casa de Alicia Bovea, su hermana mayor, quien reside a siete casas de donde ocurrió el caso.
“Ya yo estaba durmiendo como desde las 7:30 y escuché los disparos y después la bulla que ‘mataron al primo’, enseguida supe que era mi hermano. Salí de la casa y corrí hacia allá. Un vecino fue el que lo auxilió y en la misma moto de mi hermano lo llevaron al Hospital Barranquilla, pero llegó sin vida”, relató Alicia.
El reporte entregado por la Policía Metropolitana de Barranquilla indica que los vecinos del barrio señalaron que el asesino de Bovea Maldonado es conocido con el alias de ‘Sucito’.
Los patrulleros del cuadrante implementaron el plan candado para dar con la captura de los asesinos y, en la carrera 22 con calle 8, encontraron una motocicleta abandonada, que al parecer es en la que se movilizaban los delincuentes. Pero de ellos no había rastro.
LOS HIJOS AÚN NO SABEN
Alicia Bovea señala que no ha podido comunicarles a los hijos de su hermano sobre su asesinato.
“Tenemos 15 días que no hablamos con ellos y a raíz de esto hemos estado mandándoles mensajes por WhatsApp, por Facebook y nada, las llamadas no entran. Ellos viven en Tuchín, Córdoba”, contó.
Eneil Bovea se dedicaba a la cría de puercos, tenía caballos y gallinas. Sin embargo, desde hace un tiempo dejó el negocio porque le había salido un apartamento en el conjunto residencial Las Gardenias. “Él se deshizo de todo porque en el apartamento no podía tener los animalitos. Pero ya después alquiló ese apartamento y regresó al barrio”, conto la pareja del hombre.
Eneil Bovea Maldonado era el segundo de nueve hermanos y era padre de cinco hijos de 19, 16, 15, 13 y 2 años.