Como si le hubiera caído encima una máquina demoledora de carros viejos quedó el automóvil en el que se transportaba un ciudadano que en criterio de los testigos quedó con vida casi como un acto de milagro.
El caso ocurrió cuando eran aproximadamente las ocho de la noche del pasado domingo en los alrededores del kilómetro 6 de la carretera Palomino-Riohacha y el ciudadano Luis Jaime Vanegas, natural de Dibulla y residenciado en la misma, se dirigía a su residencia, para lo cual estaba transportándose en un automóvil Renault de placas IBI-776 de Bucaramanga, el cual presumiblemente no tenía las luces en buen estado.
En el otro carril y en sentido contrario, se desplazaba una camioneta Kia versión Picanto de placas GPK-468, la cual era conducida por Delvel Ariza.
Según las versiones que se pudieron recoger, el chofer de la Kia al no observar luces de frente pudo descuidarse y no le dio tiempo para reaccionar con la llegada de frente del Renault. El impacto fue devastador y el carro del ciudadano guajiro quedó completamente destruido.
Una sola persona herida
El único herido había sido Luis Jaime, quien fue evacuado de entre las latas retorcidas y lo dejaron a un lado de la carretera hasta cuando llegó la ayuda profesional.
El herido fue conducido hasta el hospital de Dibulla, donde determinaron que no había nada que hacer allí diferente a lograr su estabilización. Tras este procedimiento fue enviado a una clínica de Riohacha pero Vanegas seguía complicado y prefirieron remitirlo a un centro especializado.
El paciente fue enviado en otra ambulancia a la Clínica Campbell, en Barranquilla, un centro asistencial especializado en trabajos de ortopedia.
El Tránsito inició la investigación para individualizar las responsabilidades.