¿Qué Pasa?

“¿Qué hacía Kelly acostada en el asiento trasero de la patrulla?”

Según los nuevos detalles de la investigación, los padres creen que, en ese momento, ya no venía con vida.

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A propósito del anuncio hecho por la directora de Fiscalía en Sucre, Carmenza Bustos Porto, de exhumar por tercera vez el cadáver de la patrullera Kelly Julieth Rocha Rago, de 23 años, hallada muerta el 19 de septiembre de 2014 en su dormitorio, en la Estación de Policía de Majagual (Sucre); sus padres, Yery Rocha Nigro y Maribel Rago Henríquez, se mostraron de acuerdo, siempre y cuando esto ayude a esclarecer la verdad”.


La patrullera soledeña Kelly Julieth Rocha Rago, de 23 años, fue hallada muerta en su habitación.| Foto: Archivo

Para ellos “la verdad” es que su hija fue asesinada, y no se trató de un suicidio como en su momento lo manifestó el entonces comandante de la Policía de Sucre, coronel Carlos Alberto Wilches Goyeneche. Esta tesis fue revalidada por el excomandante de la Policía Nacional, general (r) Rodolfo Palomino.

“Siempre he dicho que a mi hija la mataron e hicieron todo para que la escena del crimen pareciera un suicidio en el interior de la estación. Lo que queremos saber es cómo lo hicieron y por qué”, expresó con la misma indignación de hace 1 año y 8 meses, Maribel Rago.

Según la progenitora de Kelly, son más los detalles ocultos que los revelados por las autoridades policivas en este controversial caso.


Yery Rocha Nigro y Maribel Rago Henríquez, padres de la patrullera Kelly Rocha, confían en conocer la verdad algún día. | Foto: Archivo

Uno de estos, asegura Rago, está relacionado con la versión entregada por un uniformado a la familia, quien sostuvo que a las 3:00 de la madrugada de ese 19 de septiembre, a la Estación de Policía de Majagual llegó una camioneta de la que bajaron cargada a una persona. Se desconoce si estaba muerta.

“También nos enteramos a través de buena fuente que en una ‘Y’, entre Guaranda y Majagual, esa misma camioneta se detuvo y que se había escuchado un disparo. En su momento no logramos concretar que ese testi go declarara. Hoy, sin duda, sería una persona clave para que el asesinato de mi hija no quede en la impunidad”, insistió Maribel.

Pero uno de los detalles que sorprendió a los padres de la patrullera Kelly, que aparece plasmado en las entrevistas practicadas por investigadores del CTI de la Fiscalía, es el relato del patrullero Gustavo José Mesquida Suárez, adscrito a la Policía de Majagual.

El uniformado estaba en turno de vigilancia de 2:00 de la tarde a 10:00 de la noche, aquel 18 de septiembre de 2014, en la entrada del citado municipio, a la altura del barrio Guayabalito.

“Él estaba enterado que a Kelly la habían trasladado para Guaranda. Mientras patrullaba vio venir la camioneta y le hizo parada. Saludó al patrullero Edgardo Gracia Quintero, quien conducía, pero le llamó la atención que no pudo saludar a Kelly, pues se encontraba acostada en la parte trasera de la camioneta. ¿Qué hacía Kelly acostada en el asiento trasero de una camioneta? Ella era muy formal y protocolaria, estoy segura que en sus cinco sentidos no hubiera hecho eso, aseveró tajantemente la madre de la patrullera soledeña.

Para Maribel Rago y Yery Rocha, su hija Kelly Julieth en ese instante no era la misma joven prudente y moderada, “parece que algo le dieron o algo le hicieron a nuestra hija esa noche”, insistieron.


Cerca de la comisura de la boca, en ambas mejillas, Kelly Rocha tiene moretones. Se desconoce cómo se los hizo. | Foto: Archivo

LA PRESIÓN DEL TENIENTE CÁCERES

Kelly Rocha trabajó durante dos años (2012 - 2014) adscrita a la Policía de Corozal, patrullando las calles del municipio. En enero de 2014 fue trasladada a Majagual, y siete meses después, exactamente el 26 de julio, el teniente Jonathan Cáceres Aguilera, comandante del Distrito 5, que comprende los municipios de Majagual y Guaranda, la puso en el cargo de secretaria en la Estación de Policía de la primera población en mención.

El cambio obedeció a que el patrullero que fungía como secretario había sido trasladado a otra ciudad.

“Ella se fue a las 9 de la mañana del 18 de septiembre con el patrullero Gracia y el teniente Cáceres para Guaranda. Gracia se devolvió en la camioneta y él (Cáceres) quedó allá. Supuestamente le iban a hacer una inducción para que cumpliera bien con sus labores de secretaria. Pero lo cierto es que el computador con el que ella trabajaba tenía problemas, y esto hacía que no pudiera entregar sus cumplidos a tiempo. Mi hija sufría con la presión y poca comprensión del comandante. Me lo dijo a mí y se lo decía al novio, Jorge Medina, cada vez que podía”, relató Maribel.

Siendo las 2:00 de la tarde, Kelly chateó con Jorge y le manifestó que no había hecho nada en Guaranda. Ni siquiera había almorzado. A las 6:00 p.m., según declaración del mismo uniformado Gracia, conductor de una de las patrullas de Policía, Kelly le manda unos mensajes por WhatsApp, que decían en tres ocasiones: “Sácame de aquí”.

“Gracia dice que va a buscarla y la encuentra diferente a como él la llevó. La ve triste, llorosa y rabiosa. Pero recoge todo, incluso el computador averiado, sin preguntarle nada. Cuando ya se disponían a irse, Kelly se bajó de la camioneta, se acercó a donde el teniente Cáceres y discutió durante 30 minutos con él. Gracia dice que era una discusión, porque los vio manotear”, agregó.

Luego llegó a la camioneta y gritó (a Cáceres) que al día siguiente no volvería (a Guaranda). Aborda el vehículo y sale con Gracia rumbo a Majagual, pero las versiones de lo que pudo haber ocurrido de ahí en adelante son confusas y algunas contradictorias.

Unos patrulleros aseguran que Kelly llegó a la Estación de Policía de Majagual a las 8:00 de la noche. Otros dicen que a las 10:00 p.m. no había llegado.Lo único cierto de todo esto es que a las 7:00 de la mañana del día siguiente, cuando iban a hacer la formación, compañeros encontraron a Kelly muerta de un disparo en su habitación.

Es por ello que la familia ha venido señalando durante todo este tiempo al teniente Jonathan Cáceres como uno de los sospechosos de lo que ellos consideran un homicidio, pues sostienen que el oficial “la tenía sometida a un acoso sexual y laboral”. Además, el cuerpo sin vida de Kelly presentaba signos de maltrato en el rostro, en la mano derecha y en la pierna izquierda.

“Para mí, Kelly forcejeó con el asesino. Ella intentó defender su vida, pero pudo más la fuerza de ese desalmado que me la mató”, dijo entre lágrimas la compungida madre.

Las autoridades, a través de esa tercera necropsia que se practicará en julio próximo, según se conoció extraoficialmente; además de recopilar otras pruebas, buscarán determinar en un alto porcentaje si el proyectil ingresó por la boca o por la parte posterior de la cabeza de la patrullera soledeña, como dejó entrever el último peritaje practicado por el médico forense Máximo Duque.