Que no le permitiera a un conocido alojarse bajo su mismo techo le costó la vida a Johan David Toyo, venezolano de 19 años asesinado de tres puñaladas durante la madrugada de este jueves en el segundo piso de un taller de refrigeración automotriz situado en la carrera 44 No. 68-28, Boston.
Patrulleros de la Policía Nacional conocieron el caso a las 8:20 de la mañana de este jueves luego de que vecinos del sector dieran aviso sobre la aparición de un cadáver que yacía en las escaleras que desde la primera planta, parte externa del local, conducen a una bodega del mismo establecimiento, donde residía Johan David.
El cuerpo de Toyo tenía tres heridas de puñal en el pecho, alrededor había rastros de sangre secos que sugirieron que el crimen sucedió pasada la medianoche del miércoles; además de dos cuchillos, por lo que los investigadores estiman que pudo existir un enfrentamiento previo al fatal desenlace.
“Toyo residía en el segundo piso del taller, en unas bodegas, tenía el permiso del dueño del establecimiento”, explicó una fuente cercana al caso.
“El joven de 19 años le dio posada a otro venezolano –de oficio limpiavidrios-, pero a partir de que se perdieron algunos objetos de la bodega, el patrón le pidió a Toyo que no le diera más techo a ningún otro personaje”, continuó el informante.
Trascendió que pasada la medianoche el limpiavidrios se presentó en el taller acompañado por una mujer, tenía la intención de quedarse una noche más, pero Toyo se lo impidió, discutieron y luego ocurrió la riña que desencadenó en la muerte del joven que también era conocido como ‘el Chuky’.
‘Quería traerse a la mamá’
“Le decíamos Chuky, porque era bien chiquito”, dijo Alí Manuel Valle Díaz en medio de una risa atrapada en el llanto derivado del dolor por la muerte de su amigo Johan David Toyo.
“Lo conocía hace como un año, éramos buenos amigos. En estos días se la pasó hablando de la mamá, porque a principios de semana le había enviado plata para que se viniera de Venezuela, debía llegar mañana (hoy), más o menos”, continuó Alí Manuel, de 27 años.
Johan aprendió la refrigeración automotriz desde pequeño en su natal Barinas, donde convivía con su mamá y tierra que dejó hace menos de dos años para buscar una mejor vida en Barranquilla.
“Como sabía bastante de refrigeración pudo conseguir empleo en el taller. Ahí el dueño le dejaba dormir en la bodega para que no gastara dinero en arriendo”, añadió Alí. “Chuky era buena gente, no se metía en problemas de nada, no se metía con nadie”.