Policía incluyó en cartel de los más buscados al juez de Maicao
La orden de detención para el togado ya está en la Sijin y el CTI de la Fiscalía.
En un hecho que no tiene precedentes en la historia jurídica de La Guajira, un juez que hasta hace una semana estuvo administrando justicia en nombre de la República de Colombia, pasó en un abrir y cerrar de ojos a integrar el nada agradable cartel de los más buscados por la misma justicia que él estuvo aplicando en sus decisiones jurídicas.
Se trata de Vladimir Ernesto Daza Hernández, el suspendido juez Segundo Promiscuo de Maicao, contra el que recayó una medida de aseguramiento consistente en detención preventiva en establecimiento carcelario para continuar con un proceso penal en su contra por los delitos de prevaricato en concurso homogéneo y sucesivo con el mismo delito y abuso de la función pública.
El suspendido togado y ahora prófugo de la justicia desde el pasado 12 de enero es investigado por su presunta conducta aislada de los parámetros que establece la ley a la hora de aplicar la justicia.
De acuerdo a lo indicado, no se trata de un solo proceso en el que en el mejor de los casos el togado se hubiera equivocado, sino que fueron acumulados 18 procesos en los que actuó y en los que se recogió material probatorio que hicieron inferir posibles fallas en la conducta del togado a la hora de entregar sus decisiones por lo que el juez primero penal municipal de Riohacha con función de control de garantías, tras aplazar la decisión por cerca de una semana para estudiar minuciosamente el caso, convocó la audiencia virtual en la que decidido asegurarlo en un establecimiento carcelario, pero Vladimir Ernesto llevaba más de un mes sin hacer presencia en su despacho de Maicao.
Ha estado en situaciones difíciles
Esta no es la primera vez en la que el doctor Vladimir Daza se enfrenta a situaciones difíciles por sus decisiones en calidad de juez de la República. Funcionarios del poder judicial comentaron que en una ocasión fue privado de la libertad por sus controvertidas decisiones, pero el togado no solo pudo convencer al juez de conocimiento de su inocencia, sino que también consiguió que lo devolvieran al cargo del que lo habían suspendido.
