Un conflicto intraétnico que cada día se agrava más por la confrontación armada entre dos clanes de la etnia Wayuu que residen en zona rural perteneciente al municipio de Maicao, muy cerca de la frontera con Uribía, es el motivo por el cual seis sujetos encapuchados llegaron la noche del martes a una ranchería, donde jugaba un grupo de niños y varios adultos descansaban sin prevención de alguna naturaleza y dispararon de manera indiscriminada contra los residentes, provocando la muerte inmediata de un menor de 10 años y graves heridas a uno de sus tíos maternos.
Interrumpieron el juego a plomo
Aura Pana, tía del niño asesinado, la misma mujer que pudo salir la tarde del martes en busca de las autoridades para que se apersonaran del caso aplicando lo que ellos denominan la ley occidental, aseguró que los niños a esa hora estaban jugando y sus gritos de alegría fueron interrumpidos por el crepitar de las armas.
Corrieron a refugiarse
Cuando los niños sintieron los disparos corrieron a protegerse en la pequeña cocina de la ranchería compuesta por tres viviendas. El ahora occiso no alcanzó a cruzar la puerta. Allí cayó con un balazo que entró por la espalda y salió por el tórax.
Aura Pana agregó que este ataque demencial es el producto de una guerra entre familias que se inició en septiembre del 2016 y en la cual ya van tres personas muertas y nueve heridas, sin embargo asegura que nunca habían incluido a los niños en esta disputa.
El padre también cayó en esta batalla
Fuentes relacionadas con la investigación le dijeron a periodistas de AL DÍA, que el padre del niño de diez años que fue asesinado el martes, por sujetos que están identificados y seguramente serán judicializados muy pronto, es otra de las víctimas fatales de este conflicto.
Aseguraron que fueron informados por los moradores de la ranchería Jepimana que han sido atacados en varias oportunidades y ellos no quieren una guerra que es innecesaria y nefasta, por eso acudieron a la justicia ordinaria para que se investigue. Lo primero que hicieron fue permitir que llevaran el cuerpo del niño asesinado a Medicina Legal en Maicao para la práctica de la necropsia.
En el Hospital de Maicao también es atendido de un balazo en un de los omoplatos, el tío del niño, quien responde al nombre de Ramiro Epinayú y quien cuenta con 36 años. Su estado es delicado, se estableció este miércoles.