En el inicio de año se registran 54 homicidios en el Atlántico, de los cuales nueve las víctimas son mujeres, según información estadística del Instituto de Medina Legal y Ciencias Forenses.
Del total de mujeres asesinadas este año, cinco casos fueron perpetrados con armas de fuego, dos con cuchillo y las otras dos están por establecer, mientras que de los cinco casos de feminicidios (mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, o por el hecho de ser mujer), tres tuvieron ocurrencia en Barranquilla y dos en el municipio de Soledad.
Los días en los que más homicidios de mujeres se cometieron fueron domingo con tres casos, miércoles con dos, en tanto que en los días martes, miércoles, jueves y viernes se registró un hecho cada uno.
Neris Patricia Vegas Thomas, Maria de la Cruz Otalora, Doris María De Ávila Mendoza, Sandra Milena Quintero, Yenis Paola Sampayo y Yobelis Ramírez.
Además de los cinco feminicidios perpetrados por las parejas o exparejas de las víctimas, otras dos mujeres fueron asesinadas en medio de atracos, una en el desarrollo de una riña y otra fue asesinada mediante la modalidad de sicariato.
Este último hecho se registró el pasado domingo en horas de la noche en la vivienda ubicada en la calle 37B número 7B-45, barrio Villa Adela, en Soledad.
Hasta ese lugar llegaron dos hombres a bordo de una motocicleta, de la cual descendió el parrillero con un arma de fuego en la mano y disparó contra Doris María De Ávila Mendoza, de 51 años, quien recibió tres tiros en su humanidad. La mujer fue auxiliada por vecinos que la trasladaron hasta la clínica Adela de Char, donde falleció.
En el hecho resultó herido su pareja Fernando Rafael Jiménez. El hombre de 30 años fue alcanzado por un proyectil en su pierna izquierda.
Los otros ocho asesinatos de mujeres se dieron así: el 6 de enero fue hallado en la Circunvalar con carrera 53 el cuerpo en estado de descomposición de Yobelis Ramírez Valdez, de 27 años, quien se encontraba desaparecida desde el pasado 19 de noviembre; días después, el 14 de enero Giselle Patricia Mejía, de 17 años, quien fue impactada por varios perdigones en el barrio San Roque.
Sandra Milena Quintero Yépes fue asesinada de un tiro en la cabeza que le propinó su pareja Iván Alberto Barrios De la Hoz. El feminicidio ocurrió el 21 de enero en el barrio Bellarena. Dos días después Yeris Saudith Soto Cantillo, de 24 años, fue asesinada por su pareja sentimental que la degolló con un cuchillo en el barrio San Roque.
Por negarse a continuar la relación con su pareja, Yenis Paola Sampayo González fue asesinada con una navaja por José Giovanny Hurtado Barrios, quien luego se suicidó. El hecho se presentó el 31 de enero en el barrio Los Almendros, de Soledad. Ese mismo día fue asesinada Yeimis Susana Ramírez Murcia, de 28 años, en el barrio La Central de Soledad. La mujer fue sorprendida por dos hombres en moto, desde la cual el parrillero le disparó varias veces con un arma de fuego. Yeimis falleció en el lugar.
El primero de febrero los familiares de María de la Cruz Otálora Pérez hallaron su cuerpo enterrado en el patio de su casa en el barrio Villa Paraíso, en Soledad. Por el hecho las autoridades buscan a su pareja Robin Ballestas Cantillo, señalado como el presunto homicida.
Al día siguiente Neris Patricia Vegas Thomas fue atacada a tiros por dos delincuentes en momentos en que la víctima intentó evitar un atraco. El caso ocurrió en el barrio Rebolo.
Para el mismo período de 2017 fueron asesinadas ocho mujeres en el Atlántico, de los cuales cinco hechos fueron feminicidios, es decir, un caso menos de los que van en los dos primeros meses de 2018.
“Nos estamos deshumanizando”
Para Emma Doris López Rodríguez, coordinadora de la Red de Mujeres contra la Violencia, los continuos asesinatos de mujeres en el Atlántico se debe en gran parte a la falta de asignación de recursos específicos por parte del Gobierno nacional y a la política criminal del país, la cual es “garantista para los victimarios”.
“Nueve muertes que pudieron ser prevenibles en un momento determinado si el Estado hubiese hecho intervención oportuna y adecuada, porque está determinado por la Ley 1257 de 20008 que en su implementación debe dársele garantías a la vida de las mujeres”, afirma López.
De acuerdo con la coordinadora de la Red de Mujeres contra la Violencia, le corresponde a la Procuraduría y al Gobierno nacional el asignar recursos específicos para que las intervenciones sean adecuadas “porque no hay recursos para las mujeres”.
“Es que la política criminal es un sistema es demasiado garantista para los victimarios que para las víctimas, además, la nuestra es una ciudadanía muy pasiva, que está perdiendo la capacidad de asombro y una sociedad enferma que de una u otra manera, a través de las redes sociales nos está convirtiendo en autómatas, mecánicos, nos estamos deshumanizando”.
López afirma que se trata de un tema de impunidad que tiene una raíz en el modelo patriarcal, asimismo considera que también existe ineptitud de los funcionarios de los temas de violencia de género, y sugiere que se debe hacer de manera inmediata control político y seguimiento al tema.
“Es un problema de salud pública desde hace rato y no queremos que se convierta en un problema de orden social, y para allá es que vamos”, concluyó Emma Doris López Rodríguez.