Gladis Granados Espinoza, de 27 años, falleció luego de permanecer casi un mes en un centro asistencial a causa de los golpes que recibió tras ser arrojada de un bus en movimiento en la Vía Oriental.
Ocurrió el pasado 30 de junio cuando Gladis se movilizaba en el vehículo de servicio público. En eso, unos asaltantes empezaron a intimidar a los pasajeros, pero Gladis, quizá por el susto, quiso evitar ser una víctima más del hurto.
Entonces uno de los delincuentes empezó a forcejar con ella en el estrecho pasillo que divide las dos hileras de sillas. Obviamente, el antisocial tenía más fuerza que Gladis y logró empujarla por la puerta trasera del automotor.
Los golpes que recibió obligaron que la mujer fuera internada en una clínica donde la operaron.
Sus familiares dijeron a medios de comunicación que desde que ocurrió la agresión, tuvo días buenos y malos, pero que siempre guardaron las esperanzas de que se recuperara.
Finalmente tuvo una infección en los pulmones y el lunes falleció.
La Policía Metropolitana de Barranquilla está frente a la investigación.