En zona rural del distrito de Riohacha falleció un menor de edad que fue víctima de la mordedura de una serpiente.
El adolescente de 14 años, pese a que fue trasladado a un centro asistencial en la capital del departamento de La Guajira, perdió la vida por el veneno que recorrió su cuerpo por el torrente sanguíneo.
Según testigos del hecho, el menor pertenencia a la etnia wayuu y habitaba en la comunidad indígena Kanewakat ubicada a la altura del kilómetro 24 cerca al corregimiento Villa Martin, jurisdicción de Riohacha.
Al parecer, la situación fue puesta en conocimiento de las autoridades, quienes auxiliaron a los familiares del infante para trasladarlo hasta una clínica de Riohacha.
“Lo llevaron hasta la Clínica Cedes de Riohacha donde ingresó procedente de la ranchería con una mordedura de serpiente en uno de sus pies”, dijo un miembro del cuerpo médico.
Igualmente, este medio de comunicación conoció que el paciente había tenido la herida producto de una caza de conejo por el sector rural. Además, que había sido llevado en una camioneta hasta el centro hospitalario, pero galenos luego de examinarlo determinaron que este había llegado sin signos vitales.
“Ellos trataron de preservar su humanidad, lo reanimaron, pero toda maniobra fue en vano, el niño estaba muerto”, afirmó un ciudadano.
Al parecer, los padres el niño de 14 años se negaron a la inspección del cadáver y fueron ellos mismos quienes trasladaron el cuerpo sin vida hasta su resguardo indígena.
“Ellos no permitieron el levantamiento, ni el traslado del fallecido hasta la morgue para su examinación, sino que se llevaron los restos a su lugar de origen para su sepultura con respecto a sus usos y costumbres indígenas”, dijo un agente. El cuerpo fue envuelto en una manta y llevado por sus parientes.