Médica que murió en accidente se encontraba en su último día de trabajo
El cadáver de Rayza Zabaleta López será sepultado en El Molino, su tierra natal.
La médica guajira Rayza Zabaleta López, quien murió en un accidente de tránsito en vías del Cesar, había renunciado a su cargo y ese era su último día de trabajo.
Este martes 8 de junio era esperada en su tierra natal, donde empezaría a buscar otro lugar donde laborar, pero su familia lo que recibió fue su cadáver, el cual será sepultado esta tarde.
Rayza era oriunda de El Molino, donde era muy apreciada por la comunidad, debido a su sencillez y amabilidad, pero también por ser una gran profesional de la salud.
Un allegado a la familia comentó que su sueño era ser doctora, pero primero estudió fisioterapia y luego medicina, cumpliendo su año rural en el municipio de Boconia.
“Al parecer, hace tiempo quería cambiar de trabajo y por eso había renunciado a su cargo en la clínica”, indicó.
La médica nació hace 32 años en el hogar conformado por José Alberto ‘Pelú’ Zabaleta, un agricultor y Enith Marelis López Marzal, quien tiene una tienda en El Molino.
En esta población del sur de La Guajira, la recuerdan porque cuando llegaba de vacaciones atendía a los clientes en la tienda de su mamá llamada Las tres R, ya que los nombres de tres hijos del hogar comienzan con esta letra. Los otros dos son Ronaldo y Romario.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, el accidente en el que murió Rayza, ocurrió el fin de semana a la altura de la vía que del corregimiento de Casacará conduce al municipio de Codazzi, en el Cesar.
La ambulancia en la que viajaba, de placas GZV-392 adscrita a la clínica Sinais Vitais del municipio de Bosconia, que cubría la ruta Pailitas - Valledupar, había salido con la remisión de una paciente embarazada, pero en el camino el conductor se salió de la vía, al parecer por un microsueño, estrellándose contra un árbol.
Tras el fuerte impacto, el vehículo asistencial quedó parcialmente destruido, muriendo en el acto la médica, mientras que el conductor identificado como Rudensindo Acuña, de 55 años, sufrió trauma en el tórax y politraumatismos; el enfermero Gilberto Arrieta, quien hacía parte de la misión médica registró trauma abdominal, siendo ambos trasladados a un centro asistencial.
La paciente embarazada, identificada como Julissa Herrera, de 23 años, sufrió politraumatismos, mientras que su madre Marelis Cárdenas, de 50 años, quien la acompañaba resultó ilesa.
Las unidades de la Policía de Tránsito y Transportes del Cesar (Setradeces) en el móvil de criminalística fueron las encargadas de realizar la inspección técnica al cadáver y de trasladarlo a la morgue del Instituto de Ciencias Forenses de Medicina Legal en Valledupar para la necropsia de rigor.