“Me abres el negocio hoy y te mato un empleado”: nueva amenaza de Otón a comerciante
Se conocieron nuevos audios del señalado cabecilla de ‘los Costeños’, preso en Cómbita.
Otón Alfredo Peralta Estupiñan es un presunto cabecilla de la banda ‘los Costeños’ que por sus constantes actuaciones criminales fue trasladado desde la cárcel La Tramacúa, de Valledupar, hasta la de Cómbita, en Boyacá, desde donde, al parecer, sigue sembrando zozobra entre los
comerciantes
de Barranquilla.Existen nuevos audios en los que se puede escuchar la manera en la que este sujeto amenaza a una comerciante que, al parecer, se rehusaba a cancelar la cuota extorsiva. Además, aseguraron las autoridades judiciales, que Otón se hace pasar por Carlos Alberto Ortiz Blanco, alias Cachetes.
Esta es la transcripción de los audios:
Otón: Mire vieja triple hiju*, para que le quede claro. Para que a usted le quede claro gono hij*, con los $3 millones cómprese dos revólveres y el que tiene su marido, que se paren duro, porque voy por todos ustedes y toda su hij familia, por la forma como me habló, ahora la guerra. No quiero plata ni un hij**. Se me van de ahí porque les voy a echar plomo. A partir de hoy, objetivo militar para la empresa, gon**.
Otón: Mira ya te dije gon** triple hij*. Me abres el negocio hoy y te mato un empleado. Al que tengas, te lo mato en la puerta. No quiero plata tuya, no quiero nada. Nada. Te me largas de ahí porque es más, el que esté montado en el hij* carro, le zampo una granada. Si sabes que allá, en San Nicolás, las granadas son a $40 mil. Te voy a tirar una al carro, triple hij**. Te me largas de ahí, pe malp**.
Otón: No me escriba más, ni le escribo más. Espere que le haga el primer atentado, le mate un familiar o un empleado y ahí si me escribe para decime que me tiene mis $40 millones, listo. Sea hoy, sea mañana o sea pasado, pero los gatos de noche se visten de pardo, oyó.
Pero, no solo son los audios amenazantes de Otón, sino que también les envían a los comerciantes panfletos en los que hay mensajes que los llenan de temor. En uno de ellos se leen números de teléfonos con los que las víctimas deben comunicarse con los extorsionistas.
