Un grave caso de intolerancia que tuvo como víctima a un niño de 13 años se conoció en la mañana de este jueves cuando a la Clínica General del Norte, en Barranquilla, ingresó el menor con un tiro en la cabeza.
El caso ocurrió este miércoles en el barrio Los Chivos, corregimiento de Sabanas,en zona rural del municipio de El Piñón, Magdalena.
Néstor Cueto, papá de la víctima, contó que su hijo salió de clases, se fue con unos amigos a bañarse en una ciénaga y vieron unas jugosas naranjas en el patio de una vivienda situada a orillas del cuerpo de agua.
Al tratar de escalar la paredilla para tomar la fruta, el menor fue baleado en la cabeza. Al parecerquien disparó fue el dueño de la casa, a quien Néstor definió como “un hombre pudiente del pueblo”.
Los médicos explicaron que la lesión comprometió el cerebro y a pesar del esfuerzo de los especialistas, el menor no resistió.
“Qué bueno sería que esto lo divulgaran a nivel nacional, porque la gente está acostumbrada a pisotear a los de bajos recursos cuando son adinerados”, manifestó Néstor.
Carlos Alberto Ortega García,presunto responsable de la muerte del menor, se entregó ayer en la sede de la Fiscalía en Pivijay (Magdalena).
El cadáver del niño fue llevado a Medicina Legal de Barranquilla. Sus familiares lo reclamarán hoy para llevarlo a su pueblo natal.