En Taganga la rutina dominical de sus habitantes no varió por la sorpresiva expulsión el viernes por la noche de Assi Moosh Ben Mush, el ‘intocable’ dueño del hotel más lujoso de la comarca, considerado como ‘el búnker de los israelitas’.
Así fue el momento en que Assi Moosh es sacado del país:
Los pescadores sentados en sus canoas hablando del resultado de las faenas, los lancheros llevando turistas a Playa Grande, Alejandro con su guitarra cantando baladas de los años 80 en los kioscos del malecón y la negra Teresa vendiendo cocadas y alegrías, eran ayer las evidencias de las costumbres de un fin de semana.
Además, para variar, en el costado sur, la playa se engalanaba con el colorido de una competencias de canotaje, en el marco de un torneo nacional con participación de deportistas de siete departamentos. Poco se hablaba del empresario judío.
Aunque el silencio sobre el tema era común, en medio de la desconfianza que les producía el periodista de AL DÍA, algunos moradores de esta tierra de pescadores respondieron preguntas y contaron historias a medias.
En la comarca de pescadores sobresale el Hostal Benjamín en donde, según las autoridades, se realizaban bacanales
Dijeron, por ejemplo, que les sorprendió ver por los noticieros de televisión del sábado tanto despliegue al caso. Sostienen que quizás ese asombro tiene una explicación: “No sabíamos de lo que para el mundo representaba este extranjero; no cabe duda que es un peso pesado”.
“Para nosotros era el hombre de los bacanales y rumbas desenfrenadas con menores, pero eso que se dijo de que lideraba una red internacional de trata de personas, microtráfico y turismo sexual no estaba en el ‘chips’ nuestro”, expresó un habitante.
Les impactó el haberse enterado por el portal Seguimiento.Co, que en el año 2003 el diario israelí Haaretz publicó que Assi Moosh Ben Mush,fue capturado con 14 compatriotas en medio de una operación internacional a una red de trafican tes de drogas.
“Allí se dice que era supuestamente el jefe de esa red de delincuentes y que enviaba pastillas de éxtasis desde Israel hacia el lejano oriente y que hacía lo mismo con el tráfico de cocaína de suramérica a Europa. No hay dudas que ese tipo era un capo”, contó uno de los entrevistados.
Es de anotar que el mismo diario reveló que Assi Moosh, había pasado los últimos años viajando por el mundo con su base en Japón, pero después de tener problemas con la mafia japonesa, se mu dó a España.
Y es que Moosh Ben Mush – según los habitantes - “no era muy social con la dirigencia comunal y cívica; tampoco con la gente de bien”. “Ese man en el hotel vivía su mundo aparte”, dijo uno de los interrogados.
Un residente de la zona contó que en cierta ocasión se sentó en la terraza de un establecimiento de bebidas y quedó perplejo de ver cómo entre las 5 y 7 de la noche, observó un desfile de jovencitas, algunas menores de edad, camino al hotel. “Lo preocupante era que no había autoridad que indagara. Eso solo quedaba en el comentario de las gentes del común, como yo”, anotó.
Anoche, bajo medidas de seguridad el polémico israelí tomó, después de 36 horas de espera, un vuelo al extranjero con personal de Migración Colombia.