Un contingente de hombres que portaban armas de corto y largo alcance que se identificaron como militantes del Eln, sin definir frentes, grupos o escuadras, se tomaron un amplio sector del municipio de Villanueva, en el sur de La Guajira, colocaron un retén ilegal y pintaron consignas alusivas al grupo armado sobre paredes y vehículos que hicieron detener.
La presencia de los subversivos se produjo cuando eran aproximadamente las 2:30 de la madrugada de ayer martes y el pueblo dormía en paz, hasta cuando empezaron a escucharse gritos y los motores de los carros dando reversa o parqueándose donde ordenaban los alzados en armas.
‘Sorpresa’: Comandante de Policía
El coronel Henry Sandoval Sánchez, comandante de la Policía de La Guajira, la institución que llegó inicialmente al sitio con los patrulleros del cuadrante y luego con hombres de inteligencia, indicó que para ellos ha sido “una gran sorpresa”, pues en ese sector de La Guajira no se tenía información sobre la presencia guerrillera y menos que hubiera un grupo de esa organización al margen de la ley que se está adjudicando con los grafitos la presencia en el pueblo.
“De todas maneras, las unidades del servicio de inteligencia, tanto de nuestra institución, como la del Ejército, están haciendo el trabajo investigativo correspondiente para determinar si realmente se trata o no de militancia de ese grupo”, señaló el oficial.
Cuando los villanueveros con los primeros rayos del sol quisieron llegar hasta la sede de la Universidad de La Guajira o pasar por esa calle, encontraron que toda el área estaba acordonada, inicialmente porque habían observado un paquete extraño y querían verificar si su contenido era o no algún tipo de explosivos, también protegieron el área de la universidad donde incursionaron los rebeldes para que los funcionarios de Policía Judicial buscaran cualquier evidencia que pudiera servir en el curso de la investigación, revelaron las autoridades.
El secretario de Gobierno de Villanueva, Jhon Muñoz, indicó que las labores en la sede de la Uniguajira son para rastrear y detectar si se ha dejado algún elemento que pueda constituir riesgo para la salud y la vida de los ciudadanos. Dijo además el funcionario que no había ningún tipo de alerta en el municipio o el departamento sobre la presencia armada de subversivos en esta área.
La escuadra de subversivos permaneció en el lugar por cerca de una hora y luego se retiró sin que se produjera ningún hecho lamentable con los ciudadanos que estaban transitando por el sector.
Consejo de seguridad
De acuerdo con lo expresado por el Secretario de Gobierno de Villanueva, desde ayer, en las reuniones que sostuvieron las autoridades civiles y las militares, quedó pactado para las nueve de la mañana de hoy un Consejo de Seguridad con el objetivo de abordar el tema de la incursión guerrillera y trazar estrategias que permitan poder ejercer el control sobre esta parte del país, antes de que la guerrilla siga tomando fuerza, como lo ha demostrado con la osada acción que hacía más de cinco a ocho años no se veía en la zona.
Conmemoran aparición armada
El 7 de enero de 1965 en un poblado llamado Simacota, en Santander, se produjo la primera aparición armada de un grupo de subversivos que dijeron pertenecer al Ejército de Liberación Nacional. La mañana de ese día una escuadra de subversivos se tomó el pueblo santandereano y atacó un puesto militar y de Policía. En el enfrentamiento murieron dos soldados, un policía y un civil. Justamente ayer se conmemoraban 55 años de ese triste episodio que le dio nacimiento a la segunda organización guerrillera con mayor militancia en todos los tiempos, después de las Farc. Lo que presumen las autoridades es que se podría tratar de un acto para mostrar una probable fortaleza armada y de paso presencia en La Guajira.
En los grafitis que fueron dejados en paredes y en los carros se lee la frase “Eln 55 años Simacota” y “Eln 55 años presentes”.
El comandante del Grupo Santa Bárbara que tiene una base a unos dos kilómetros del lugar, José Ángel Albino, indicó que estaban en las labores de inspección e investigación y solo se pronunciaría cuando terminaran las pesquisas. Con el alcalde de Vilanueva, Carlos Alberto Barros, no fue posible establecer comunicación para conocer su pensamiento sobre la incursión armada en su jurisdicción territorial.