“Les gritó a los asesinos que lo dejaran bajar a la niña al piso, pero no tuvieron compasión”

Familiares de Breineider Utria Cuadrado –asesinado a bala en horas del mediodía de este martes, en el barrio Rebolo– hablaron con AL DÍA sobre el hecho en el que, además, perdió la vida una bebé de dos meses de nacida.

Los parientes relataron que los sicarios, con pistola y revólver, dispararon desde la ventana, no solo quitándoles la vida a Utria Cuadrado y a su pequeña hija, sino provocándole una herida en la pierna a una hermana de la víctima mortal.

También indicaron que en la sala de la vivienda ubicada en la calle 10 con carrera 35, donde se perpetró el ataque sicarial, “habían varios niños”, quienes estuvieron expuestos a ser impactados.

Los familiares manifestaron que “a él lo mataron por defender a sus dos hijos, a quienes tenía cargados. Pudo proteger al niño de dos años, tirándolo contra la nevera, pero a la bebé la tenía en brazos y no pudo protegerla. Les gritaba a los asesinos que lo dejaran bajar a la niña al piso, pero no tuvieron compasión”, detallaron.

Sobre su pariente, dijeron que “no hacía parte de ninguna banda. La Policía no puede decir eso ni afirmar que él no quería regenerarse. Ellos no saben cómo era su corazón ni tampoco su pensamiento; él dio la vida por sus hijos”.

Los supuestos responsables

En una rápida reacción, miembros de la Policía Metropolitana lograron capturar en el mismo barrio donde ocurrió el hecho a Elvis Reinaldo Obregón Agamez, alias Manchas, y a Duvan Enrique Rubio Piñeres, señalados de ser los responsables. Sobre estos hombres, los familiares de las víctimas dijeron:

“Manchas llegaba regularmente a la casa a saludarlo (a Utria Cuadrado). Ayer, a eso de las 11 de la mañana, llegó y se puso hablar con él, pero, de un momento a otro, no sabemos que pasó, pero Manchas sacó un arma de fuego y empezó a disparar junto a su cómplice, Duván Rubio, quien tenía un revólver”.

También aseguraron que los aprehendidos “eran de la banda del Gheiger, quien fue capturado con una mini Uzi y sigue preso, pero desde la cárcel sigue dando órdenes para asesinar, ya que extorsiona a muchos en el barrio”.

Gheiger Enrique Vásquez Mendoza, de 35 años y de nacionalidad venezolana, fue el 27 de diciembre del año pasado, en la calle 10 entre carreras 34 y 35, en Rebolo. Al momento de su captura, las autoridades le hallaron la subametralladora con tres proveedores, 35 balas y una granada de aturdimiento, que cargaba en un bolso negro.

Además, a Vásquez Mendoza le figuraban cinco anotaciones por los delitos de amenaza, lesiones personales, homicidio y extorsión.

Los familiares piden a las autoridades que caiga todo el peso de la ley sobre los asesinos y que el hecho no quede en la impunidad, ya que “muchas veces los capturan en flagrancia, pero luego quedan libres a pesar que tienen pruebas contundentes”.

*Por: Jhony Olivares