Las balas asesinas volvieron a hacer de las suyas en la capital sucreña y dejaron, como siempre, una estela de sangre y dolor en una familia. En esta oportunidad la víctima es un hombre de 36 años que fue asesinado en su casa en el límite de los barrios Botero y 17 de Septiembre, zona norte de la capital sucreña.
Diomedes de Jesús Ávila Marín, como fue identificado este hombre, acostumbraba a sentarse a conversar con su papá ya fuera en la terraza o la sala de la vivienda ubicada en la calle 5 con carrera 5. Precisamente en la sala lo encontró el verdugo que se bajó de una motocicleta en la que iba de parrillero.
Cuentan que al parecer Diomedes conocía las intenciones del hombre porque intentó correr para una de las habitaciones. Sin embargo, eso no lo logró porque el sujeto desenfundó el arma y procedió a dispararle en 12 ocasiones.
Acto seguido huyó en el mismo vehículo. Mientras tanto el papá de Diomedes lo cargó y subió a una motocicleta para llevarlo al Hospital Universitario de Sincelejo (HUS) con el fin de que le salvaran la vida. Cuando llegó al centro asistencial los médicos hicieron todo lo posible para que el corazón de este hombre no dejara de latir, pero los esfuerzos resultaron vanos porque a pesar de que fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) falleció.
Los hechos ocurrieron a eso de las 10:15 de la mañana de ayer y el hombre murió casi dos horas después. Recibió impactos de bala en la espalda, la columna, las piernas y los brazos.
Era prestamista y residía con su compañera sentimental y su pequeña hija.
