Son muchas las maneras que traficantes y hasta familiares de los internos utilizan para ingresar drogas a las cárceles.
Esta situación se facilita en muchas ocasiones por la falta de funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), como lo afirma Milton Aníbal, miembro del sindicato regional Norte de ese organismo, y guardián de la Cárcel Modelo de Barranquilla.
En el mes pasado, asegura Aníbal, decomisaron 750 gramos de marihuana que estaban dentro de un balón de fúlbol, el cual fue lanzado desde la parte externa del centro carcelario.
También incautaron 1.750 gramos de marihuana que estaban metidos en dos recipientes de suplementos dietarios.
“No tenemos el personal de guardia suficiente para mantener la vigilancia permanente sobre la parte externa del establecimiento, solo tenemos los cuatro gariteros, no tenemos ni un radio de comunicación para dar la alerta y hasta nos ha tocado hacer tiros al aire para alejar a las personas que lanzan la droga desde afuera”, afirma Milton Aníbal.
El funcionario del Inpec asegura que diariamente llegan personas a la cárcel y arrojan droga y hasta celulares empacados. Para ello, dice Aníbal, se ubican del lado del caño y desde allí lanzan los objetos al penal.
“Lo que arrojan desde el lado del caño cae en el patio ocho, cuando lo tiran del otro lado, que es como un parqueadero, cae en el pabellón B. Cuando entramos corriendo a buscar lo que lanzaron, ya lo han desaparecido”, dice.
Debido a la falta de personal con que cuenta la Cárcel Modelo, según lo denunciado por el sindicato del Inpec regional Norte, la labor de vigilancia a los internos se vuelve más difícil, al igual que controlar la parte externa del establecimiento carcelario situado en la Vía 40.