¿Qué Pasa?

La vida del Chapo en la Metropolitan Correctional Center: una de las cárceles más seguras del mundo

El narcotraficante se encuentre recluído en la Metropolitan Correctional Center de Nueva York.

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Joaquín “El Chapo” Guzmán compareció este viernes ante un tribunal federal del distrito de Brooklyn, en Nueva York, donde sus abogados protestaron por las condiciones “extremadamente restrictivas” de encarcelamiento que sufre.

Guzmán, de 59 años, y quien se ha declarado no culpable de los 17 cargos en su contra, entró a la sala del juez Brian Cogan bajo estrictas medidas de seguridad, tanto dentro de la Corte como fuera, donde había oficiales armados y un helicóptero sobrevolando la zona.

Su traslado al juzgado, escoltado por 12 vehículos, paralizó durante 15 minutos el puente de Brooklyn, que une este condado con Manhattan.

El mexicano, considerado el mayor narcotraficante del mundo, tuvo este viernes su segundo día en la Corte desde que fue extraditado el pasado 19 de enero.

Guzmán está acusado de enviar toneladas de cocaína y otras drogas a EE.UU., una actividad que le produjo más de 14.000 millones de dólares, que la fiscalía federal ha pedido que devuelva como parte de este caso.

El capo contó con la presencia en la Corte de su esposa, Emma Coronel, a la que sonrió y a la que no le permiten visitarlo en prisión. Coronel estuvo acompañada por Silvia Delgado, abogada en México de Guzmán.

La mujer trató de evadir a la numerosa prensa que acudió a la audiencia y a su salida de la Corte se limitó a unas breves palabras.

“Ustedes vieron lo que yo vi, escucharon lo que yo escuché y no hay nada más que comentar”, dijo mientras trataba de abrirse paso entre los periodistas.

Vea tambien: "Los criminales más buscados tras la recaptura de "El Chapo" Guzmán"

QUEJA DE ABOGADOS

Los abogados asignados al Chapo por la Corte Federal, Michelle Gelernt y Michael Schneider, dijeron al juez Cogan que las restricciones en la prisión les crean problemas en la defensa de su cliente, líder del peligroso cartel de Sinaloa.

Guzmán, que se había quejado de las condiciones de su encarcelamiento en México, está ahora en una celda 23 horas al día, no se le permiten visitas más allá de las reuniones con sus abogados, ni llamadas telefónicas y solo tiene una hora de ejercicio en solitario cada jornada.

“Cuando vamos a visitarlo no nos permiten ni siquiera darle un vaso de agua”, argumentó Gelernt.

La letrada dijo al juez que entienden la necesidad de la seguridad, pero creen que se ha ido demasiado lejos, y pidió que se permita aumentar el número de personas de su equipo que puedan ver a su cliente. El juez respondió que “tiene sentido” limitar el número de personas con acceso, y dejó en manos del Departamento federal de Prisiones determinar las condiciones de su encarcelamiento. Recordó que Guzmán ha protagonizado dos huidas de cárceles en México propias de una película de Hollywood, en particular la última, que hizo un túnel desde su celda en una cárcel de máxima seguridad, tras la cual fue recapturado y extraditado.

La comparecencia del viernes iba a ser por videoconferencia, pues la cita no era de gran importancia para el proceso y el traslado del detenido crea graves problemas de transporte dado el dispositivo de seguridad que le rodea.

El juez fijó una nueva audiencia para este 5 de mayo, mientras se espera fecha para el comienzo del juicio, que se prolongará varios meses.

LA PRISIÓN DEL CHAPO

Luego de su extradición, Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera fue recluido en el Metropolitan Correctional Center de Nueva York, un edificio de 12 pisos protegido por barricadas de acero que pueden frenar un camión de siete toneladas y media. Situado en el corazón del bullicioso bajo Manhattan, entre las oficinas de la fiscalía federal y dos tribunales federales, ha sido descrita como menos habitable que la bahía de Guantánamo.

“Si quieres diseñar un lugar para volver loca a la gente de manera intencional, sería difícil hacerlo mejor”, han dicho sobre este fortín.

Allí estuvieron presos de alto riesgo como John Gotti, jefe de la familia criminal Gambino; igualmente Ramzi Ahmed Yousef, autor intelectual del bombardeo de 1993 al World Trade Center de Nueva York, y Bernard Madoff, expresidente de una firma de inversión con la que hizo una estafa de 20 mil millones de dólares.

“Tiene seguridad extra, más allá de lo que habría en una zona restringida de internamiento”, indicó Catherine Linaweaver, exdirectora del penal.

Según las autoridades es lo ideal para un hombre que escapó dos veces de penales mexicanos de máxima seguridad.

“Es difícil imaginar otra persona con mayor riesgo de fuga que Guzmán”, dijo la Fiscalía.

Los funcionarios pueden llevar a los reos a los tribunales a través de pasillos que conectan los edificios, aunque Guzmán será trasladado a una Corte en Brooklyn, lo que podría ser un trabajo peligroso para los alguaciles de Estados Unidos.

En la zona hay cámaras capaces de leer un periódico a una manzana de distancia.

El confinamiento en la estricta unidad especial fue criticado en 2011 por Amnistía Internacional, que expresó su preocupación sobre las austeras celdas, las restricciones al ejercicio y el aislamiento “cruel, inhumano o degradante”.

Una media decena de prisioneros de “alto riesgo”, viven en condiciones de aislamiento tan duras que algunos han reportado pérdidas ligeras de la vista.

Los reos habitan en solitario, pasan 23 horas al día en celdas de 6 por 3,6 metros, y se les prohíbe comunicarse entre sí.

Las comidas se sirven en las celdas y el ejercicio se realiza en una zona recreativa específica para estos presos.

LUCES TODO EL DÍA

Las luces están prendidas 23 horas del día, a veces hasta las 24. Las ventanas son esmeriladas, lo que no permite ver hacia fuera. La ranura de la puerta para introducir alimentos está cerrada todo el día, por lo que los internos ven poco más allá de su celda solitaria.

Los guardias, sin embargo, pueden ver hacia dentro con cámaras de vigilancia en la ducha y sobre el escusado.

La seguridad se endureció de forma significativa después de que Mamdouh Mahmud Salim, descrito como la mano derecha de Bin Laden, y que esperaba juicio en un caso de terrorismo, empleara un peine afilado para apuñalar a un guardia el 1 de noviembre de 2000. Para reducir el riesgo de que un preso adinerado como Guzmán pueda intentar corromper al personal, es probable que se limite el número de funcionarios que tendrá acceso a él y cada uno de ellos pasará controles adicionales de las autoridades penitenciarias, según Linaweaver.