El mototaxista Javier Enrique Turizo Barragán nunca olvidará el pasado 10 de mayo cuando, al parecer, este realizaba una carrera y al ver una protesta que realizaban varios motociclistas de su gremio con miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, de la Policía,recibió una herida en el rostro que le cambió la vida por completo. El hecho se registró en Magangué, Bolívar.
“Es algo que no le deseo que le pase a nadie, cuando vi que los policías del Esmad se esparcieron, uno de ellos me apuntó con un lanzagranada, pero nunca pensé que me fuera a disparar”, agregó Turizo Barragán.
Así estaba el día que fue herido por la granada de aturdimiento en una protesta.
Tras lo sucedido, el afectado recibió cuatro operaciones y debe viajar constantemente a Barranquilla para terapias y afirma que ni como mototaxista puede trabajar porque lo estigmatizan como delincuente por las cicatrices.
Además del problema ocular que le dejó el ataque. Tampoco puede dormir por las pesadillas.
Tras esto, el afectado pide justicia ante el presunto abuso de autoridad y que le ayuden con una cirugía reconstructiva.
Actualmente está trabajando con un pico y una pala, arreglando la vía que del centro de Magangué conduce a Madrid.