Desesperación e incertidumbre son las emociones que acompañan a los venezolanos cuando llegan a Colombia a través del paso fronterizo en el corregimiento de Paraguachón, que pertenece a Maicao.
Han sido 15 mil los que han entrado en el último mes, según Migración Colombia, y cada uno de ellos con propósitos diferentes, pero huyéndole a una misma situación, la que hace algunos años se vive en su país y que los tiene viviendo en las calles, durmiendo en los andenes y vendiendo hasta sus enseres para sobrevivir.
En el sector de La Raya, población guajira, cuando llegan se les nota angustiados, temerosos, pero sobre todo sorprendidos por lo que les ha tocado hacer para sobrevivir. “Si nos quedamos allá, nos vamos a morir de hambre”, dice Angelo Hernández, quien agrega que con las medidas que adoptó el presidente Nicolás Maduro todos los productos aumentaron tanto que es imposible adquirirlos con lo que ganan.
Añade que “me vine porque ya la situación es insostenible, vengo a buscar un porvenir”. Angelo vivía en San Cristóbal y llegó acompañado de su papá, con quien sorteó todos los riesgos del camino.
“Los guardias nos extorsionan y no teníamos plata para darles, solo lo del pasaje”, acota. Ya el resto de su familia se encuentra en Colombia. Así como él, la mayoría llega con un abultado equipaje, como para nunca volver a la tierra que consideraban rica, pero que en estos momentos se desmorona, provocando una estampida hacia Colombia, sobre todo al departamento de La Guajira.
Según el censo realizado por el gobierno anterior, al país han entrado un millón de venezolanos en los últimos 16 meses, y se han regularizado a unos 820.000, cifra que ha superado todas las expectativas de las autoridades, entre las cuales también hay desesperación. Tal es el caso del alcalde de Maicao, José Carlos Molina, al parecer uno de los municipios del país, donde más hay venezolanos. Según sus cálculos, son 40 mil los que se encuentran viviendo allí, aumentando la población que en el 2017 estaba en 162.118.
“Con los mismos recursos que tenemos, debemos atender ahora a los venezolanos que demandan también servicios públicos, salud, educación, lo cual nos ha complicado la situación”, advirtió.
En este municipio cotidianamente se realizan operativos para la recuperación del espacio público, sobre todo en el mercado, pero a las pocas horas de haber terminado la actividad, vuelven a ponerse los vendedores, en su mayoría venezolanos.
Llegan enfermos en busca de atención Una de las carencias más alarmantes en Venezuela es la de medicamentos y según declaraciones a medios de ese país del presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana, Freddy Ceballos, ese sector se mantiene operativo apenas en el 21% y puede empeorar después que se establecieran las nuevas estructuras de costos, tras el aumento de salarios decretado por el presidente Nicolás Maduro.
El líder de este gremio, asegura que la situación es crítica y según sus estimaciones, la falta de medicamentos está entre el 80 y 85%. Por esta causa, muchos de los venezolanos que cruzan la frontera en Paraguachón lo hacen en busca de medicinas o de atención médica, así sea muy básica.
Daniel Rivas, quien perdió su empleo de vigilante en la Churrasquería Veracruz ubicada en la población El Venado del estado Zulia, llegó con dolor de cabeza y mareo, por lo que fue atendido en la carpa que la Cruz Roja tiene instalada en el pueblo guajiro.
Después que le tomaron la tensión, le dijeron que la tenía alta y aunque dijo que no era hipertenso, reconoció que el estrés y toda la situación que ha vivido, lo ha mantenido alterado. “Llegué para trabajar en Maicao, porque el negocio donde trabajaba quebró dejando sin empleo a 47 compañeros”, afirma mientras se recupera.
Allá dejó a su esposa y dos hijos, a quienes dice que les enviará plata o comida para su sostenimiento.
Entre sus piernas tiene unas cintas para ponerle a las puertas de los vehículos, las cuales espera vender para comprar algo de comer.
En el puesto de atención lo atendió Jhony Polo, socorrista de la Cruz Roja, quien explica que la operación del organismo de socorro comenzó en el 2015, cuando inició el ingreso masivo de venezolanos.
“Hemos estado casi de manera permanente y desde febrero de este año no se ha dejado de atender a la población que viene del vecino país y a los pobladores de Paraguachón”, indica.
También explica que allí la asistencia médica es de primeros auxilios básicos, hidratación, heridas simples, dolores de cabeza, irritaciones de la piel, tensión alta y muchas veces se presta el servicio de restablecimiento de contacto con familiares a través de llamadas telefónicas o WhatsApp.