El apartamento 2 de la calle 41C No. 1-05, barrio Bella Arena, permanece desolado. A las 10 de la mañana de ayer aún olía a tragedia, a muerte. En ese inmueble Julio César Caballero Robles, de 35 años, intentó degollar a su hijo de 4 años, Julián David Caballero Fuentes; y acto seguido se suicidó degollándose con el mismo cuchillo con el que atentó contra el niño. El dantesco episodio sucedió a la 1:30 de la madrugada de este miércoles.
Julio César despertó y se levantó de la cama en la que dormía junto a su esposa, Natalia Fuentes Correa (39 años), y el pequeño Julián. Buscó un cuchillo en la cocina e hizo un primer corte en la mejilla izquierda del pequeño. Luego volvió a cortarlo, pero esta vez en el cuello, narró la cónyuge a la Policía.
“Fueron heridas profundas, y de milagro el niño sobrevivió, permanece estable”, explicó por su parte a AL DÍA una hermana de Natalia.
Tras agredir a su propio hijo Julio César se pasó el cuchillo a lo largo de la garganta. Inmediatamene se desplomó sin vida, contó también la esposa a los investigadores. “Nos enteramos de lo que ocurría por los gritos desesperados de mi hermana. Como pudimos entramos al apartamento y enseguida vimos el cuarto ensangrentado, el niño herido y a Julio sin vida”, continuó la tía del niño, que reside en una vivienda vecina.
“Recibimos información oportuna y por ello pudimos llevar al pequeño a un centro asistencial para que fuera atendido (Clínica La Merced). Se encuentra fuera de peligro”, explicó el coronel Yecid Peña, comandante operativo de la Policía Metropolitana. La familia de Natalia asegura que no hubo pelea previa al incidente, que la noche pasó tranquila. Sin embargo, la Policía maneja una información de que horas antes del trágico hecho hubo discusión entre la pareja.
Violencia reiterada
Julio César Caballero, quien laboraba como conductor en una empresa de productos cárnicos, se conoció con Natalia Fuentes Correa cuando él tenía 26 años y ella 30. Al año de conocerse pasaron a vivir juntos y hace cuatro tuvieron a Julián David. “Al principio tenían problemas de pareja, pero normal (…) Luego supimos que él comenzó a maltratarla física y verbalmente. Muchas veces le aconsejamos de que se alejara del tipo, porque podría hacerle daño”, comentó la hermana de Natalia. La relación se tornó tan tensa que surgieron amenazas de calibre mayor: el hombre comenzó a vociferar que si ella lo dejaba se quitaría la vida.
“Mi hermana nos contó eso, aunque nunca amenazó con meterse con el niño”, recordó la mujer.
Los que conocen a la pareja nunca se imaginaron un hecho tan atroz, pues Julio era de esos padres que en el perfil de Facebook publicaba cualquier cantidad de fotos con su hijo. En la red social exhibió un tatuaje que se hizo en uno de los brazos con el nombre del infante, junto con las que serían las huellas de los pies recién nacido, y los números 24-10-2013, fecha del natalicio del niño.
“¿Qué cosa puede pasar por la mente de un tipo para matar a su hijo?”, exclamó ayer un vecino del sector, que al igual que otros muchos no salen del asombro.
El apartamento escenario del espantoso suceso está situado en un segundo piso. Ayer en la mañana era sometido a una exhaustiva labor de limpieza por dos mujeres que trataban de disipar el olor a sangre, pero que no podrán borrar las cicatrices de esa madrugada de horror. En la habitación matrimonial no había cama o muebles, todo quedó teñido de rojo y fue a parar a la basura.
El cuarto de Julián David también estará vacío, no por gusto, como lo hizo la noche del martes cuando quiso estar al lado de sus padres. Quedará vacío mientras el pequeño sale de la clínica, donde lo cuida Natalia.
“Gracias a Dios está bien. Julián es inteligente, activo, expresivo, pronto estará mejor”, finalizó la tía del menor.