Apenas despuntaban los primeros rayos del sol en el horizonte, cuando el llanto desesperado de un bebé alertó a dos jornaleros de que algo malo estaba pasando. A las 4:30 de la mañana de este lunes, los trabajadores de una finca bananera hallaron abandonado a un recién nacido en su placenta y cubierto solo con una bolsa de plástico.
Aturdidos por la situación, los sujetos levantaron del suelo al pequeño y tocaron la puerta de la primera casa de la calle principal del corregimiento de Varela, en la Zona Bananera, pero la respuesta de quienes los atendieron los dejó más atónitos: no, ese bebé no es nuestro.
Los sorprendidos trabajadores no tuvieron más opción que alertar al cuadrante de la Policía para que se hiciera cargo de la situación. A la zona hicieron presencia una patrulla y la ambulancia que lo trasladó hasta el puesto de salud de Riofrío. El primer reporte médico dio muestras de tranquilidad: el niño pesó 3.600 gramos y no tenía signos de violencia.
Ana Marcela Ortega, comisaria de Familia de la Zona Bananera, explicó que el pequeño fue remitido luego al Hospital de Sevilla y después a la Policlínica de Ciénaga, en donde fue internado en la UCI pediátrica para descartar cualquier complicación en su estado de salud.
El menor fue llevado a una clínica en Ciénaga.
“Es una situación reprochable, la mamlo abandonó y tiene menos de 24 horas de nacido. Por fortuna fue hallado por unos señores que se dirigían hacia su trabajo, el menor está fuera de peligro”, comentó la funcionaria.
Ahora la Comisaría de Familia, en coordinación con el Centro Zonal Ciénaga del ICBF, le restablecerá los derechos al niño a quien ‘bautizaron’ Moisés, pero a diferencia del caso bíblico, este no fue salvado de las aguas del río, sino del abandono y la desidia de sus padres. “Es un bebé muy fuerte. Varias personas en la Zona me han comentado que quieren hacer el trámite para adoptarlo”, aseguró Ana Ortega.
Por otro lado, miembros de Infancia y Adolescencia de la Policía iniciaron las investigaciones para dar con la ubicación de la mamá para que responda ante las autoridades.
Trabajadores sicosociales del ICBF consultados por este medio explicaron que a pesar de que el abandono de un recién nacido es un acto repudiado, existen circunstancias que podrían impulsar a una mujer a cometerlos.
“No es un argumento válido, pero pueden existir problemas por falta de apoyo económico para proteger a la criatura o de violencia de género durante la etapa de gestación, en cualquiera que sea de los casos, la madre debe recibir alguna ayuda y orientación para que no ocurran este tipo de situaciones, que además tienen un componente penal”, explicaron los funcionarios.