Un insólito caso de un hombre en estado de embriaguez sucedió en la ciudad Argentina de Rosario, cuando los policías de tránsito lo detuvieron inicialmente por conducir un vehículo en contravía y sin luces.
Al percatarse del estado de embriaguez en el que se encontraba el hombre, los uniformados decidieron realizarle la prueba de alcoholimetría, pero se llevaron una sorpresa mayúscula luego que al soplar el alcoholímetro, este se rompió, debido a que el conductor tenía un nivel de alcohol superior al que el dispositivo puede medir, más de 3 mililitros, por lo que, literalmente, fundió el aparato, según explicaron las autoridades de tránsito de la ciudad.
Las autoridades hicieron un llamado a las personas que conducen para que no tomen bebidas embriagantes, ya que pone en riesgo sus vidas y las de otras personas, así como se exponen a altas multas.