Sebastián Castro Molina, el joven de 24 años que fue presentado por la Policía el martes anterior como capturado por el crimen de la empleada doméstica en el barrio El Limoncito fue llevado en la mañana de ayer a audiencias preliminares y, en medio de las diligencias, la Fiscalía reveló lo que sería supuestamente su implicación en el hecho criminal.
En sala de audiencia, el fiscal de Alertas Tempranas y de Homicidios, Adolfo Niebles Torres, manifestó inicialmente los pormenores que derivaron en la muerte de Angélica María Ruiz Vega, hecho que ocurrió el viernes 5 de julio. Después hizo énfasis en unos testimonios tomados a un tío de Castro Molina y otro más a un individuo conocido con el alias de Poncho, quienes informaron sobre las actividades del detenido y de cómo se habría fraguado el supuesto hurto que se iba a cometer en la casa de El Limoncito. Toda la información se divulgó ante el juez Tercero Penal Municipal, Édgar Bonilla Polo; el abogado de la defensa, Gabriel Ramos Fontalvo; familiares del indiciado y asistentes.
Inicialmente, Niebles Torres narró el interrogatorio que se le hizo el día sábado 6 de julio al allegado del joven detenido. Esta persona entregó datos sobre el día viernes, previo a que se registrara el asesinato de la mujer.
El fiscal inició el testimonio de esta manera: “El tío, que tiene una peluquería en San Roque, dijo que el 5 de julio, viernes, el joven salió con la maleta de Rappi a trabajar como a las 11:30 de la mañana. Según el hombre, Sebastián le comunicó que iba a almorzar a donde Malka (hermana de Sebastián), por la empresa Ciledco, y de allí cogía en la bicicleta para su trabajo en el sector de Villa Country…”.
El testigo, según el fiscal, luego aseguró: “mi deseo es que se esclarezcan los hechos. Y desde ayer (viernes) no sé nada de mi sobrino”.
Además, de acuerdo con lo mencionado por el investigador, el tío del joven expresó que: “mi sobrino tiene un cuñado con el alias de John Pintura (John Jairo Hernández Olarte), este es un reconocido delincuente que asalta viviendas. No se me quita que este sujeto esté metido en eso (caso de El Limoncito) y utilizaron a mi sobrino para hacer sus fechorías…”.
En su testimonio, el tío del joven, sin saberlo, enredó además la versión de Sebastián Castro Molina de la supuesta venta de la maleta color fluorescente de Rappi, cuyo negocio, de acuerdo con el joven, se hizo en el Parque Almendra el festivo anterior primero de julio. El tío señaló que su sobrino “salió a trabajar el día 5 de julio con la maleta de Rappi cargada en su espalda”.
Así mismo, otra inconsistencia entre las versiones de tío y sobrino estuvo relacionada con el tiempo de trabajo en Rappi. “Sebastián trabajaba en Rappi desde el 19 de marzo de este año”, habría dicho el hombre, mientras que el detenido señaló ante el fiscal que empezó en “diciembre de 2018”.
La voz de ‘Poncho’
El representante del ente investigador expuso ante el togado en la audiencia de imputación contra Castro Molina otro testimonio de un hombre conocido con el alias de Poncho. Este, supuestamente, presenció en el barrio Lucero cómo se ideó el asalto que se iba a cometer en la vivienda de la carrera 75 con calle 86, propiedad del comerciante de tierras, Luis Tovar, ubicada en el barrio El Limoncito.
“Como se ofreció una recompensa por información de ese hecho, una fuente humana, conocido con el alias de Poncho, manifestó el sábado 6 de julio que la persona que había planeado este hecho es un hombre con el alias de John Pintura. Este sujeto se reunió en la casa de él y planearon la vuelta en la casa de la empleada doméstica”.
Agregó el fiscal, basado en el testimonio del individuo, que “Pintura trabaja con personas de otras ciudades porque los hurtos son de grandes cantidades de dinero. En la casa de él hay quiosco en el patio y allí se reunieron. John Pintura fue el que suministró la bicicleta y el maletín de Rappi un pelao que se llama Sebastián. Él le dio el maletín a John Pintura por la cercanía que hay entre los dos. Sebastián tiene una hermana que se llama Malka, que es la esposa de John”.
Finalmente, el hombre dijo al fiscal que “en las cámaras de la casa se puede ver quiénes hicieron el hurto o lo planearon, lo único que pido es que no divulgue mi nombre, pues Pintura me mata a mí y a mi familia…”.
Una fuente judicial informó que alias John Pintura ahora trabaja como promotor de pelas de boxeo y recientemente participio en la organización de una velada boxística.
El fiscal de homicidios Adolfo Niebles también se refirió a un allanamiento que se hizo en la vivienda de alias John Pintura esta semana y allí se aprehendió a un hijo de este llamado Gustavo Hernández, al parecer, con un porte ilegal de arma de fuego.
En la audiencia también hizo presencia Malka González-Rubio Molina, hermana del joven detenido y pareja de John Pintura. Previo al inicio del encuentro, la mujer ratificó en entrevista con este medio que su hermano vendió la maleta de Rappi hace unos días atrás, en “un puente festivo”, a unos hombres que lo abordaron en el Parque Almendra, cercano a la residencia de su hermano.
“La vendió por 200.000 pesos, como la había comprado por 100.000, vio la oportunidad de obtener otros 100.000 de ganancia”, expresó la mujer.
Esta además dijo que su hermano “no tiene nada que ver” con el hecho ocurrido en El Limoncito, en el sentido de que él solo vendió la maleta de la empresa de domicilio y desconocía para qué la iban a utilizar.
Incluso, la mujer mostró unas firmas recogidas en el barrio San Roque con que trató de demostrar la inocencia de su hermano.
Ante todo lo que se divulgó en audiencia, el fiscal Niebles Torres imputó al detenido los delitos de homicidio en circunstancias de agravación punitiva, en concurso heterogéneo sucesivo con el de fabricación, tráfico o porte de armas de fuego o municiones, además de hurto calificado agravado en la modalidad tentada.
Ante los señalamientos, el joven no aceptó y volvió a manifestar su inocencia.
Por su parte, la Fiscalía pidió cárcel para el imputado.
Al cierre de la diligencia se ventiló que en este caso puede haber entre dos o tres capturas más. Este jueves definen si el capturado es enviado a la cárcel.