Una de las hipótesis que maneja la Unidad de Búsqueda de personas desaparecidas de la Fiscalía sobre los marinos Abdul Awal, de 57 años; y su compañero Mohammad Nur Nabi, de 58, ambos oriundos de Bangladesh (país del sur de Asia); de los que no hay rastros, es que al parecer tomaron rumbo hacia Estados Unidos para ingresar allí de manera ilegal.
Supuestamente habrían aprovechado el punto más cercano entre Suramérica y Centroamérica, para emprender rumbo al país del norte.
Los extranjeros desaparecieron el pasado martes 30 de abril cuando abandonaron del Puerto de Palermo (Magdalena), y se dirigieron hacia Barranquilla, aparentemente “a turistear”.
Los bangladesíes, según lo que conocen las autoridades, salieron a las 11:35 de la mañana de ese martes en dos mototaxis que tomaron en el corregimiento de Palermo, con destino a Barranquilla.
Según testigos vestían ropa normal y llevaban consigo identificaciones y dinero. “No cargaban maletines, ni botas, ni cascos industriales, mucho menos uniformes”, expresaron estas fuentes.
Los dos marinos pertenecen a la tripulación del buque mercante Banglar Samriddhi, de origen y tripulación de Bangladesh, país asiático.
La nave había llegado a Colombia unos tres días antes a desembarcar una carga de acero proveniente del puerto de Suape, en Pernambuco (Brasil).
La Agencia Marítima Pharo, como representantes en tierra de la embarcación Banglar Samriddhi, dio aviso a las autoridades colombianas sobre la desaparición de Abdul y Mohammad, después de que no llegaran al puerto de Palermo en la mañana del primero de mayo.
Guillermo Ruan, gerente de Marventura Services Ltda., la empresa aseguradora del buque de bandera bangladesí, declaró ayer que las autoridades no habían entregado un reporte distinto desde que se alertó sobre la desaparición de los extranjeros que trabajan en el área de limpieza del vapor.
Señaló que no es común que los tripulantes de las embarcaciones salgan de zona portuaria, y si lo hacen es para “abastecerse de lo que les haga falta en el barco”.
“No es prohibido que salgan, pero ellos no lo hacen comúnmente. No es tan común. Cuando lo hacen es para abastecerse, salen unas horas y luego retornan. Pero en este caso no sucedió así”, apuntó Ruan.
El viaje a estados unidos
Frente a esta versión del posible viaje para ingresar como ilegales a Estadods Unidos, Guillermo Ruan recordó a través de contacto telefónico que luego del reporte de extravío de los marinos Marventura, contrató a un inspector a bordo que indagó dentro de la embarcación cualquier novedad que pudiera haber ocurrido, pero este no encontró nada fuera de lo normal.
“Los demás tripulantes manifestaron que no sabían qué tenían pensado hacer sus compañeros al salir del puerto”, dijo Ruan.
“Nadie manifestó que estos querían desertar o abandonar la tripulación”, añadió.
Cabe recordar que Colombia se ha convertido en un territorio de paso para muchos inmigrantes de distintas nacionalidades.
Autoridades han detectado en los últimos años en diversos puntos del país ciudadanos cubanos, nepalíes, somalíes, bengalíes, ghaneses, indios, paquistaníes, dominicanos, ecuatorianos y sirios.
Redes de tráfico de migrantes, según información detectada por Migración Colombia, cobran montos que van entre $5 y $10 millones para realizar procesos de nacionalización de extranjeros.
Días atrás, luego de la captura de un líder de una red de falsificadores de documentos dedicada a identificar extranjeros como nacionales colombianos, el director de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, aseguró que las autoridades colombianas están en “guerra frontal” contra las redes de tráfico de migrantes.
“No descansaremos hasta que los ‘coyotes’ y los migrantes entiendan que la ruta segura para cruzar Colombia está en cumplir con la normatividad”, sostuvo.
Las redes de tráfico de migrantes elaboran pasaportes y cédulas de ciudadanía colombianas, así como sellos notariales, certificados de universidades, cédulas de extranjería, registros de instrumentos públicos y licencias de conducción, con el fin de identificar como colombianos a los extranjeros.
En la mañana de ayer el general Mariano Botero Coy, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, precisó que además del trabajo conjunto desarrollado con la Fiscalía para detectar qué le pasó a los bangladesíes, ordenó que un grupo especializado del Gaula iniciara la indagación correspondiente sobre otras posibles hipótesis a esta planteada.