EXCLUSIVO: Revelador testimonio del celador que halló los restos de Angie Paola
Por primera vez habla para un medio de comunicación el hombre que halló los restos de la pequeña. Sexta entrega de nuestro informe especial: ¿Quién mató a Angie Paola?
A 700 metros de la casa principal de la finca Los Mangos (ubicada en el km 2 en la vía Polonuevo - Baranoa) está la torre de energía número 047. Cuatrocientos metros más adelante, debajo de un frondoso árbol de calabazo, en la misma finca, hallaron los restos óseos de Angie Paola Ortega Palma, la niña baranoera de 9 años, sobre cuya desaparición y atroz muerte nos hemos venido refiriendo en esta serie periodística:
Nadie más habría podido ser tan preciso en la descripción del sitio del hallazgo como Mario Rafael Algarín Carrillo, un campesino encargado de la vigilancia del predio, quien halló la osamenta mientras hacía su recorrido matutino rutinario para evitar que los novillos de las haciendas vecinas se metieran en Los Mangos.
La figura de Algarín jamás había sido vista en los medios de comunicación que, como AL DÍA, hicieron en su momento gran despliegue de este sensible caso.
Que la gente supiera que él había sido la persona clave para encontrar lo que quedó de la niña no lo desvelaba, a pesar de las advertencias que le hizo la Policía.
“Desde que hallé los restos de la ‘pelaíta’ las autoridades me confirmaron que en cualquier momento vendrían las amenazas en mi contra. Por eso me mantuve al margen, y apenas en agosto del año pasado fue que la familia de la niña me conoció cuando asistí al juicio oral a dar mi testimonio”, explicó.
En este diálogo exclusivo con AL DÍA Mario Algarín Carrillo aseguró que hay detalles de la muerte de Angie Paola que aún permanecen ocultos, y que tal vez no se conozcan en el expediente de la investigación. Uno de estos elementos que él aseguran están ocultos, podría ser el sitio donde mantuvieron con vida a la niña y el lugar en el que la mataron.
Algarín permaneció en silencio unos segundos, exhaló y dijo:
“A esa niña la tuvieron en una casaquinta que está abandonada aquí en la finca (Los Mangos). Ahí estuvo esa niña, en esa casa abandonada. La casa está a 500 metros, entrando por la trocha que está a un lado de Los Mangos. El que hizo eso, o los que le hicieron el daño a esa criatura, la mataron allá”.
Casaquinta abandonada en la que, según Algarín, mataron a Angie Paola. | Foto: Jesús Rico
¿Pero en qué se fundamenta ALgarín para decir esto? Según él esto se lo dijeron los agentes de la Sijín que tuvieron en sus manos la investigación preliminar, los que luego fueron apartados del caso para dárselo al CTI, y que finalmente quedó en poder del Gaula. Los de la Sijín le comentaron al vigilante del predio que tenían indicios de que un grupo de jóvenes había sido visto en compañía de la niña, minutos u horas después de su desaparición.
“Ellos me preguntaron que si yo había visto a varios ‘pelaos’ en dos bicicletas ese día, porque estaban tras la pista de ellos, pero nunca me dijeron quiénes eran. Luego me preguntaron por una represa cercana. Yo les dije que había una justo a la misma altura donde encontré los restos óseos, pero en la finca vecina, que está separada por la trocha. Ellos hicieron un recorrido por allá du-rante dos horas, pero no sé si hallaron algo más”, relató.
Aspecto interior de la casaquinta, vivienda donde anteriormente se alojaban en sus visitas los dueños de Los Mangos. | Foto: Jesús Rico
Esa represa es conocida como ‘los lagos de Baranoa’, y es muy frecuentada por jóvenes que la toman como balneario y sitio para la pesca, según contó Algarín. Parece ser que la indagación de los miembros de Policía Judicial apuntaba a que la niña habría estado allí con un grupo de jóvenes.
“Lo que sí me atrevería a confirmar es que a esa niña la llevaron hasta ahí en una bestia o en bicicleta. Porque en moto era casi que imposible, esa trocha se volvía un barrial. Es más, así le decían a la trocha, ‘el barrial’, por su difícil acceso”, agregó.
EL HALLAZGO Y LAS AMENAZAS
En los recuerdos que Mario Algarín Cantillo guarda de aquella mañana del 27 de octubre de 2012, día del hallazgo de los restos de Angie Paola, se encuentra intacta la impresionante escena en la que descubrió la calavera, las costillas y otros restos del cuerpo de la niña.
“Llegué a la finca a las 5:30 de la mañana a trabajar. Me vestí con mi dotación, tomé el machete y en la otra mano me llevé a ‘Susy’, la perra rottweiler de la granja. Siendo las 6:00 a.m. inicié mi ronda. Encontré 11 novillos de la finca Paraíso en nuestra tierra y empecé a arrearlos para que salieran”, señaló Algarín.
“En ese trayecto me encontré un árbol frondoso de matarratón. Desayuné, le di comida a ‘Susy’, y me paré a orinar como a unos 25 metros, frente a un árbol de calabazo. Cuando miro al suelo veo un zapatico quemado. Luego comencé a limpiar con el machete y fueron apareciendo una calavera; una mandíbula, a la que se le veían las calzas que tenía en las muelas; una ‘mata’ de pelo; una moñita rosada; y un maletín, uniforme, un retazo de pantaletica y unas medias. Todo estaba quemado o chamuscado”.
Esta es la represa en la que se presume estuvo la niña Angie Paola. | Foto: Jesús Rico
Según el relato del hombre inmediatamente llamó al 123 de la Policía y reportó lo que había encontrado. Dijo que el agente que recibió la comunicación telefónica no le creyó, y ante la incredulidad decidió colgarle. Siguió el recorrido de vigilancia en el que tardó como 40 minutos más.
“Cuando voy de regreso a la casa principal de la granja, me llevé la sorpresa de que allí estaba la Policía. El agente como que recapacitó, creyó lo que le dije y mandó las patrullas. Después llegó el Ejército y otras autoridades. Yo los llevé al sitio, les dije cómo hallé los restos y ellos decidieron llevarme a Sabanalarga para que diera una declaración. Los agentes de la Sijín me dijeron que a partir de ese momento mi vida corría peligro y por eso me asignaron un escolta personal”, siguió en su relato.
Cinco días después, es decir el 1o. de noviembre, apareció la primera amenaza.
“Encontré en la puerta de entrada de la finca una vela prendida y un mensaje en una hoja de papel que decía: ‘Por sapo te vas a morir’”. Posteriormente le aparecieron dos mensajes intimidantes más.
“Ojo, allá atrás te espero”, y el otro decía, “yo sé quién eres tú, y tú no sabes quién soy yo”.
Algarín aseguró que esos mensajes los llevó como prueba al CTI de la Fiscalía, el escolta que le asignaron.
“Luego de eso,mis patrones decidieron trasladarme a otra finca de la misma empresa. Pero si a mí no me rotan a otra granja, yo me los hubiera pillado; porque mi escolta, que era policía retirado, me decía: ‘Ellos van a venir por ti y aquí los vamos a esperar’”, concluyó Algarín.
Esta es la lista de especiales que AL DÍA ha venido entregando sobre el crimen de Angie Paola Consúltenlos en cada enlace: