Bajo los efecto del licor Estiven Fidel Buelvas Mejía le hizo un reclamo airado a la niñera de su bebé, que terminó costándole la vida. El hombre, de 31 años, pasó toda la noche del domingo tomando licor en un billar cercano a su vivienda en el barrio Los Robles, y cuando cerraron el establecimiento decidió seguir la rumba en casa.
Al llegar al inmueble, situado en la calle 73C con carrera 22E, se dio cuenta de que en la vivienda de un amigo, a pocas casas de la suya, la niñera tenía a su bebé cargado. Eran las 2 de la madrugada del lunes.
Esto le causó gran molestia, según dijeron vecinos del sector, y comenzó a reclamarle furiosamente a la empleada, “por estar serenando a la niña”. “En ese momento salió de esa misma casa Luis Martínez Díaz, que estaba de visita por unos días allí, y le pidió que se calmara. Estiven le respondió con insultos y lo dejó hablando solo”, manifiesta el reporte preliminar de la Policía Metropolitana de Barranquilla.
Entonces Martínez ingresó a la casa, buscó un arma de fuego y en la terraza le disparó en tres ocasiones: dos en la región clavicular lado derecho y un impacto de bala en el costado izquierdo del cuello, dice también el parte policial.
Luis Martínez se marchó del lugar rápidamente, mientras que Estiven Buelvas fue socorrido por vecinos y trasladado a la Clínica de la Policía. Los médicos de ese centro asistencial confirmaron su deceso minutos más tarde. Los familiares del occiso se abstuvieron de dar declaraciones a la prensa.