Una comisión de la Dijín, Sijín del Magdalena y Fiscalía, capturaron en la mañana del sábado a Róbinson Castellanos Plata, uno de los presuntos responsables del triple feminicidio ocurrido hace 20 días en la Ciénaga de Chilloa, área rural de El Banco, sur del Magdalena. Una memoria USB hallada en la vestimenta de una de las víctimas fue clave para el esclarecimiento del hecho.
El sindicado del múltiple crimen, ocurrido entre el 14 y 15 de enero, tenía parentesco familiar con las víctimas, pues era esposo de Gloria Amparo Leal Valetta, de 49 años, padrastro de Andrea Carolina Castellanos Leal, de 20 y cuñado de Mercedes Victoria Leal, de 48, quien padecía de una discapacidad cognitiva.
Su aprehensión se produjo durante un operativo de allanamiento llevado a cabo por miembros de la Policía Judicial en el barrio El Poblado, de Medellín.
Este es el video de la captura:
CRIMEN Y MOVIL
En desarrollo de la investigación, adelantada bajo la coordinación de la Fiscalía 23 Seccional de El Banco, las autoridades encontraron en el cuerpo de la menor una memoria USB con información clave para dar con el paradero de los responsables del múltiple crimen.
Después de revisar el dispositivo, se pudo establecer que detrás del asesinato estaría Róbinson Castellanos Plata, un ingeniero civil de 48 años, que habría cometido los asesinatos para apoderarse de las propiedades de su pareja (Gloria Leal) y continuar una relación sentimental con otra persona.
“El análisis de la escena del crimen, la recolección de evidencia física, la reconstrucción del delito y el perfil criminal, establecieron la secuencia, dinámicas en que se produjo el delito, los actos de planeación, el número de agresores que participaron, la cercanía con las víctimas y la motivación para cometerlo”, dijo el comandante de la Policía del Magdalena, coronel, John Rodríguez Andrade.
COARTADA
Según las indagaciones, el 12 de enero pasado, emprendió viaje con su familia desde la ciudad de Medellín hacia el municipio de El Banco, un territorio con leyenda, ubicado a orillas del río Magdalena y considerado un atractivo turístico de la provincia. Se trataría de un viaje de vacaciones.
A los dos días de estar en el poblado, les pidió a sus familiares que lo acompañaran hasta la ribera de la Ciénaga de Chilloa a cobrar un dinero que le debían.
Estando allí, con el apoyo de varios cómplices, asesinó con un machete a su hija adoptiva, Andrea Carolina, y a su cuñada Mercedes Victoria, mientras que un hombre conocido como el Brujo hizo lo propio con su esposa Gloria Amparo.
Acto seguido los cadáveres fueron montados en una canoa y arrojados en mitad de la Ciénaga.
Ataron sus cuerpos con cuerdas y piedras, les abrieron el abdomen para facilitar que se sumergieran rápidamente y fueran consumidas por las especies del complejo de agua dulce, sin dejar rastro. Sin embargo, esto no sucedió, pues salieron a flote poco después, siendo hallados por pescadores que dieron aviso a las autoridades.
CONOCÍA EL SITIO
Róbinson Castellanos Plata habría escogido para cometer el triple crimen la Ciénaga de Chilloa, debido a que en el desempeño de su profesión de Ingeniero, había laborado en esa zona como contratista de una obra civil, por tanto conocía, como “la palma de su mano”, el territorio.
“Fue parte de la estrategia del victimario”, dijo Vicente Guzmán, director de fiscalías seccional del Magdalena. Comentó el funcionario judicial que una persona que hizo parte del crimen fue también clave como fuente de información.
El coronel John Rodríguez dijo que “la investigación no ha terminado” y añadió que “pronto habrían más detenciones”.
Se indicó que las audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento se realizaban anoche en Medellín, hasta donde viajó el Fiscal que lleva el caso para imputarle el cargo de feminicidio agravado.
LA ESTUDIANTE ANDREA
Las víctimas de la masacre de la Ciénaga de Chilloa eran personas de arraigo en la sociedad antioqueña y tenían solvencia económica, según reportaron las autoridades en Santa Marta.
La menor, Andrea Carolina Castellanos Leal, cursaba sexto semestre de arquitectura en la Universidad Pontifica Bolivariana de Medellín, en donde justamente el día que la hallaron muerta, entraba a clases.
Esa mañana no se presentó y para varios de sus compañeros fue algo extraño, ya que –según ellos– “era aplicada en sus estudios”.
“Andrea era una niña muy buena, muy académica, nunca peleaba con nadie y tenía una relación sana con la mamá”, comentó una de sus amigas que pidió reserva de identidad.
AL DÍA conoció que hubo un segundo testigo protegido que fue vital en el desarrollo de la investigación.
Se trata de una amiga de la joven Andrea Castellanos Leal, quien dio varios testimonios sobre presuntos episodios de violencia intrafamiliar que pudo presenciar.
A mediados de enero, un pescador fue el primero de los testigos en quedar bajo la vigilancia de las autoridades. “Esta persona es pieza clave en este proceso. No está capturado, sino en calidad de protegido”,comentaron los investigadores. “Ha participado en varias entrevistas que nos sirven para esclarecer este caso”, relataron en su momento voceros de la comisión interinstitucional conformada por la Fiscalía, la Dijín y miembros de la Sijín de la Policía del Magdalena.