En todo un misterio se ha convertido el final de un joven arjonero que este domingo a las 5:20 a.m. murió en el Hospital Universitario de Cartagena.
Esto se debe a que hay varias versiones en torno al asesinato de Fidel Berrio Mendoza, de 22 años, quien hace un mes estaba viviendo en Arjona, junto a su abuela paterna en la calle San Roque del barrio Juan Pablo II.
La primera versión es manejada por los familiares, quienes aseguran que el joven natural de Cartagena regresaba de una fiesta y se dirigía a su vivienda cuando el asesino lo interceptó y le propinó un balazo a quemarropa en la espalda que le atravesó el pecho, cerca del corazón, y posteriormente huyó del lugar.
Algunos vecinos del lugar se percataron del hecho y de inmediato ayudaron a la víctima, trasladándola hasta el hospital local del municipio y le dieron aviso a su abuela, quien al conocer la mala noticia salió corriendo hasta el centro médico, pero se encontró con la noticia de que a Fidel lo habían remitido hasta el HUC, donde falleció debido a la gravedad de la herida.
“Ese hombre lo tenía amenazado de que lo iba a matar, según porque se ponía todos los días en la esquina de la calle por donde vivía. Quizá las amenazas fueron producto de que esos pelaos le dijeron algo al tipo ese”, dijo una de las parientes.
La otra versión que se conoció por parte de las autoridades fue que, al parecer, Berrio Mendoza estaba intentando cometer un atraco, pero no contó con que la víctima estuviera armada y antes de que Fidel pudiera accionar su arma, la otra persona le propinó un disparo en el pecho que le salió por la espalda, afectándole varios órganos vitales, que al final terminó quitándole la vida.
La última versión que se conoció fue que cuando Fidel iba para su casa a las 2 de la mañana, fue abordado por dos hombres en una motocicleta. El parrillero sacó un arma y sin mediar palabras le propinó el balazo que le costó la vida. Lo que se desconoce es si fue por algún ajuste de cuentas o venganza.
Estuvo en la cárcel
AL DÍA pudo establecer que Fidel Berrío, estuvo en la cárcel de Ternera durante cuatro años, por porte ilegal de armas y tráfico de estupefacientes, delitos que la empresa en Mamonal para la que trabajaba como auxiliar de cocina hasta hace cinco meses, nunca conoció, sino hasta el incidente de hace un mes, cuando el hoy occiso, sacó un arma hechiza con la que, al parecer, amenazó a un compañero de trabajo.
Esto fue causal de despido de Fidel, quien se encontraba desempleado desde entonces. La víctima mortal era el segundo de tres hermanos y vivió en el barrio El Carmelo antes de irse para Arjona.