ESPECIAL | ¡‘Delincuentes reincidentes deben estar en las cárceles’!

De las 179 mil personas presas en las cárceles colombianas, 54 mil tienen el beneficio de prisión domiciliaria y, de ellas, solo 5.700 tienen el brazalete o dispositivo electrónico que les permite a las autoridades verificar que permanezcan en los lugares decididos por los jueces, según cifras que maneja la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec).

Delincuentes que deberían estar cumpliendo las penas en sus casas, son sorprendidos a diario cometiendo fechorías en las calles de las principales ciudades del país.

En Barranquilla abundan los casos. Uno de ellos es el que guarda relación con el asesinato de la comerciante Carmen Mulford Machado, de 60 años, ocurrido el pasado martes en San José, a manos de fleteros.

Uno de estos hampones, Manuel Antonio Montenegro Cabarcas, tenía detención domiciliaria, sin embargo la Policíalo capturó cuando iba en un taxi en compañía de Kevin Andrés Blanco Corredor y Jesús David Narváez Martínez. La Policía y la Fiscalía lo señalan de ser el hombre que le dio un tiro en la cara a la indefensa mujer después de haberle robado 10 millones de pesos que había retirado del Banco de Bogotá en la carrera 20 con calle 47.

Tres positivos de la Policía

Pero así como el hampa golpea a la ciudadanía, la Policía está presta para meterlos en cintura. Son tres los casos que así lo demuestran: el asesinato del agente de la Sijín Eduardo Bolaño Guzmán, ocurrido el pasado 26 de abril en el barrio 7 de Abril, el homicidio del taxista Luwing Alfredo Echeverría Torres, en Nueva Colombia, y la muerte de la comerciante Carmen Mulford Machado, ocurrido en San José, a manos de fleteros.

AL DÍA entrevistó al general Mariano Botero Coy, comandante de la Policía Metropolitana, quien de manera categórica precisó que “los delincuentes reincidentes no deben ser cobijados con casa por cárcel, su lugar es el calabozo de una prisión”.

A la pregunta de cómo la logrado la Policía capturar en tiempo récord a los autores de estos tres asesinatos, el general Botero Coy explicó que se conjugan los siguientes factores: aseguramiento eficaz de la escena del crimen, análisis de cámaras de seguridad, entrevistas a testigos, profundización del trabajo de inteligecia y apoyo de la comunidad.

“En el caso del patrullero Bolaño Guzmán iniciamos la investigación con entrevistas a los vecinos del sector donde ocurrió el crimen. Reconstruimos el recorrido de los hampones para escapar y elaboramos un perfil de la forma cómo operaban. Son fleteros que ubicaban a sus víctimas, se dividían sus funciones en la organización y atacaban como pirañas. Por eso se autodenominan ‘Los Pirañas’. Eran una especie de cardumen del delito. Establecimos que varios de la banda vivían cerca de donde mataron al agente de la Sijín. Logramos llegarles a tres, les hicimos inteligencia y nos condujeron al resto de la banda. La mayoría tienen antecedentes, y lo preocupante es que a pesar de ello tenían detención domiciliaria”, explicó Botero.

En cuanto al esclarecimiento del asesinato del taxista Luwing Alfredo Echeverría Torres, en Nueva Colombia, el oficial asegura que se debió a la rápida reacción de la Policía del Cuadrante. “Desde que llego a una unidad les pido a los policías que forman parte del cuadrante, que conozcan su territorio, que sepan dónde queda la iglesia, los restaurantes, en fin los negocios de su zona. También deben saber quién vive en tal parte. Eso es fundamental. Deben conocer su territorio, porque gracias a estos aspectos fue como capturamos a la pareja que asesinó al taxista Echeverría Torres. Los patrulleros conocían el terreno, triangularon las vías de escape de los asesinos y los capturaron”, aseguró.

Reacción contundente

“Cuando sucede el fleteo y asesinato de la comerciante Carmen Mulford Machado, supimos que se trataba de algo debidamente planeado. Igual que en el caso del patrullero Bolaño, delinquió un grupo organizado. Logramos evidenciar que ese grupo estaba conformado por cinco personas, de las cuales hubo alguien que la marcó en el banco”.

Agregó que “nuestra reacción permitió capturarlos”. Botero aseguró que un policía vio cuando uno de los sujetos botó un celular que era de la señora. Allí había uan foto de ella. Los tres tenían antecedentes, dos de ellos casa por cárcel. Uno tiene once antecedentes por porte ilegal, hurto agravado y concierto para delinquir. Se trata de Manuel Montenegro. Otro de los implicados, Jesús David Narváez Martínez había sido capturado hace 15 días por porte ilegal de arma de fuego.

“Aquí hay que evaluar esta situación, porque son delincuentes reincidentes y eso debe ser castigado ejemplarmente”. “La Policía jamás se desmotivará. Seguimos haciendo nuestro trabajo, capturando a los bandidos y poniéndolos a disposición de las autoridades judiciales. Nos duele por la comunidad cuando los dejan libres. Nos duele porque la gente también hace un esfuerzo importante para que sean capturados”, subrayó el general Mariano Botero, quien pidió hacer una cruzada en la que la comunidad denuncie a los bandidos que tienen casa por cárcel cuando salgan a las calles a delinquir. “Lláme a la Policía, allí estaremos nosotros para meterlos en cintura”, subrayó.