La alerta de un cuantioso robo despertó ayer a los habitantes del barrio Santa Elena, en el suroriente de Barranquilla.
Entre las 6:45 y las 7:00 de la mañana de este miércoles, a un carro de valores de la empresa Brinks de Colombia S. A., con placas CSJ-286, le hurtaron entre seis y ocho tulas de dinero cuando se encontraba en la zona de carga y descarga del Homecenter ubicado en la carrera 10 entre calles 27C y 27D, en el mencionado barrio.
Se conoció que el carro de valores se encontraba ahí para surtir los cajeros automáticos que están al interior de la tienda, un procedimiento que ocurre todos los días a aproximadamente la misma hora.
Al llegar la Policía, se habrían descubierto una serie de errores de procedimiento que concluyeron en los hechos que hoy son materia de investigación por parte de las autoridades.
Sin acompañamiento
De acuerdo con el coronel Cristian Escobar, comandante (e) de la Policía Metropolitana de Barranquilla, la empresa transportadora de valores no solicitó acompañamiento policial a la hora de llevar el dinero a la tienda.
“Esta es una actividad normal que realizan a diario aquí en Homecenter y no solicitan acompañamiento de la Policía. Cuando llega el carro de valores, las cámaras de seguridad de Homecenter se percatan de unas personas sospechosas”, explicó el coronel.
En ese momento, miembros de seguridad de la tienda llamaron a la central de la Policía para informar sobre la situación sospechosa.
Atendiendo al llamado, los uniformados llegaron al lugar y se percataron de que la puerta de la bodega del carro de valores estaba abierta y no había guardias alrededor.
“El patrullero se acerca a donde está el conductor y él aduce que no se había percatado de la situación. Buscan a las otras dos personas de la Brinks que estaban dentro del Homecenter y ellos tampoco tenían conocimiento”, afirmó el coronel Escobar asegurando que es ahí cuando se dan cuenta de que faltaban varias bolsas que estaban llenas de dinero.
Ni un disparo
El coronel Escobar destacó que durante el hurto no hubo ni un solo disparo, aunque los asaltantes si habrían estado armados y encapuchados.
“No hubo ninguna clase de violencia física contra absolutamente nadie. Eso está evidenciado en los videos”, resaltó.
Un conductor de uno de los camiones que estaba en el lugar durante el atraco, que solicitó reserva de su identidad por temor a posibles represalias de los asaltantes, dijo que uno de los ladrones se acercó a donde estaba y le pidió que mirara hacia otro lado.
“Yo estaba dentro de la mula sacando unas cuentas. El tipo llegó, abrió la puerta y me dijo: ‘¿el celular?’. Yo le dije que tenía era la calculadora y me dijo que mirara para el otro lado y así lo hice. Eso duró menos de un minuto”, explicó el testigo confirmando que no hubo una amenaza por parte de los asaltantes.
Se conoció que, tras tomar las tulas con el dinero, los ladrones habrían huído en dos carros (un Renault Logan y un Chevrolet Aveo) y una motocicleta, en dirección a la calle 27C. En la vía habrían lanzado los pasamontañas con los que ocultaron sus rostros durante el robo.