En manos del abogado, la muerte del joven al que le inyectaron morfina
Los allegados a la víctima quieren ‘limpiar su nombre’ y piden justicia.
Hoy se cumplen nueve días de la muerte de Agustín Junior Hernández Romero, el joven de 25 años que murió en el interior del Hospital Universitario del Caribe, luego de que al parecer un médico le inyectara morfina con el fin de controlarle un fuerte dolor.
Pese a que la misión medica del centro asistencial expresó que no son responsables del fallecimiento de Agustín Hernández, quien según el reporte entregado por los galenos, ingresó el pasado miércoles 26 de noviembre con dolencia en su cuerpo y en medio del procedimiento murió; sus familiares continúan pidiendo justicia.
Anunciaron que ahora lo hacen desde los estrados judiciales. “Agustín si entró a la clínica porque en la casa presentaban dolores incontrolables, parecidos al cálculo, cuando llegamos lo atendieron, una doctora le suministró Tramadol y como continuaba el dolor decidió inyectarle morfina, lo que provocó que Juniorn y se muriera”, le manifestó Ana Isabel Hernández Padilla, compañera permanente de la víctima, a las autoridades.
‘ESTÁN MANCHANDO EL NOMBRE’
A parte de estar pidiendo justicia por la muerte Hernández Romero, sus familiares también quieren limpiar el nombre de su ser querido. Según ellos, su identidad ha sido manchada después de su muerte, pues las autoridades han señalado que el hoy occiso tenía antecedentes por violencia intrafamiliar, lesiones y acceso carnal violento.
“Los familiares de Agustín Junior sólo quieren limpiar su nombre, no quieren recordar lo que pasó. A mí como abogado me sorprendió ver que las autoridades dicen que él tiene antecedentes y no es así”, manifestó el abogado... de la familia.
DEFIENDEN AL VENDEDOR
Amigos y conocidos de Hernández Romero, manifestaron que el joven de 25 años, había tenido anteriormente un accidente de tránsito el cual lo tenía en delicado estado de salud. Expresaron que “era un hombre de bien trabajador y muy querido con su familia”.
“Defendemos la honra y el buen nombre de Junior. Ese ‘pelao’ era un hombre sano, lleno de vida, trabaja incansablemente todos los días y llevaba el pan a sus familiares”, dijo por vía telefónica, José Sánchez, compañero de trabajo del Hernández Romero.
Las investigaciones por la muerte del joven de 25 años, continúan y este proceso apenas empieza. Sobre las acusaciones de los familiares que las autoridades están haciendo falsas denuncias, estos manifestaron que las anotaciones del joven son reales.
Con información de: Angélica María Cassiani Barrios.