Robos a viviendas y hurtos a personas es el panorama que denunciaron varios de los residentes de un sector del barrio El Santuario, en las proximidades de la calle Murillo, que, ante la problemática, han tenido que rezar y, además, “vigilar ellos mismos”. A las 6:00 de la mañana y a las 3:00 de la tarde, manifestaron que son las horas en que se han registrado 30 casos, por lo que piden mayor protección de la Policía.
Solo la semana pasada, según denunciaron, una joven estudiante fue “arrastrada” por un ladrón cuando este intentó arrebatarle el bolso. Esto, a plena luz del sol y frente a varias viviendas, cuyos propietarios corrieron a auxiliar a la víctima. La mujer, que tuvo que ser hospitalizada debido a las heridas y a que terminó “convulsionando” en la calle, actualmente está en recuperación y sus recuerdos del suceso son confusos.
Al parecer, los ladrones “conocen la rutina” de quienes habitan por el sector y los esperan cuando estos van camino hacia la Murillo para atracarlos. A pesar de tener la estación de Policía de Carrizal a unas pocas cuadras, los residentes de la zona se sienten inseguros y piden acción inmediata, ya que todo “se salió de control”.
Los vecinos, manifestaron varios de ellos, deben avisarse entre sí cuando vayan a bajarse de los buses en la Murillo o cuando vayan a salir del Transmetro, para que los demás puedan recibirlos en las puertas de sus casas, o acompañarlos en parte del camino. Es por eso, que esperan recaudar dinero para reparar varias cámaras de seguridad que instalaron, pero que se han deteriorado con el pasar del tiempo.
Además, el estado de las vías -denunciaron- facilita el robo no solo a personas sino a vehículos, pues al tener que bajar la velocidad, han sido varios los casos en que motocicletas se aprovechan de la situación para amedrentar con armas a los conductores y quitarles sus pertenencias.