En la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General Barranquilla, a las 7:27 p.m. de este lunes se produjo el deceso de Emerson Torres Montero, de 33 años, quien había sido baleado por pistoleros. El atentado ocurrió el domingo a las 9:30 de la noche en el frente de la casa de Torres, situada en la carrera 7A No. 3A-119, al final de la trocha ‘la manga del arroyo’, en el corregimiento de Juan Mina.
Acompañado por dos de sus cuatro hijos, además de su esposa, Emerson Torres Montero llegó a su vivienda a las 8:30 de la noche. A su arribo, tras una visita en el barrio barranquillero San Carlos, el sujeto notó que la puerta había sido forzada, pero luego de revisar no encontró algo sospechoso.
Como a las 9:20 p.m. a Torres se le dio por llamar a la mamá y le preguntó que si podía pasar por su casa por algo de comida. “El niño de 2 años le dijo que tenía hambre, entonces me llamó como hacía siempre para saber si le podía ayudar con algo”, expresó Josefa Montero, madre del occiso y residente en el mismo corregimiento.
Exactamente a las 9:30 p.m., cuando estaba a punto de encender la moto para ir a casa de su madre, dos individuos en moto abordaron a Emerson.
“Mi nuera dice que son conocidos, porque mi hijo alcanzó a mover el brazo para saludarlos, pero el parrillero le contestó fue con una ráfaga de balas, le disparó seis veces”, añadió Josefa. Un tiro en la espalda, otro en el tórax, además de un par en la pierna izquierda, fue el resultado del ataque sufrido por Torres, que malherido alcanzó a gritarle a su mujer, ‘¡corre mami! ¡corre mami!’. Sufriendo por ver agonizando a su marido, la mujer escondió a sus hijos en la casa, y volvió con un vecino por ayuda. Como pudieron llevaron a Emerson al Paso El Pueblito.
Los pistoleros terminaron huyendo a pie, a pocos metros del lugar del atentado debieron abandonar la moto (Sigma 125, roja), pues el mal estado de la trocha, les impidió movilizarse en el vehículo.
‘La Policía sabe quién lo mató’
Josefa aseguró que al llegar al centro médico, Emerson les dijo a los policías que los entrevistaron cuál era el nombre de sus victimarios. Luego fue remitido al Hospital Barranquilla, donde murió. Torres pagó cárcel en la penitenciaría El Bosque desde 2011 hasta 2015 por porte ilegal de arma de fuego.
Desde su reintegración a la sociedad estaba vinculado a labores de oficios varios y construcción. “Mi hijo era tremendo, la ‘oveja negra de la familia’, me toca aceptar la realidad, pero él ya estaba haciendo las cosas bien”, finalizó la madre, que especula sobre el móvil del crimen, afirmando que pudo haber sido por un dinero que había prestado y estaba pagando a cuotas.