A Elder y su sobrino los atracaron en pleno aguacero y casi los matan a golpes

A las 3:00 de la tarde de este domingo, Elder Cochero Imbeth, de 62 años, dio por concluida la jornada laboral en su negocio de reparación y venta de monturas y lentes, que tiene en el mercado público.

Subió en su vehículo particular en compañía de Deimer Hernández, su sobrino, y se dispuso a regresar a casa, situada en el barrio Galán. A esa hora un aguacero intenso se desgajaba sobre gran parte de la ciudad.

Al llegar a la calle 17, en cercanías del colegio Don Bosco; Elder y su sobrino se percataron de que metros más adelante había un grupo de aproximadamente diez personas debajo de un árbol en actitud sospechosa, situación que asegura le preocupó. Sin embargo, se tranquilizó al notar la presencia de una patrulla motorizada de la Policía Metropolitana que vigilaba el sector.

Al reanudar la marcha del vehículo, se vieron sorprendidos por un hombre que se les atravesó en la mitad de la vía, y les apuntó con un arma de fuego. Acto seguido las otras personas que se encontraban debajo del árbol los atacaron con palos y piedras.

“En ese momento quedé paralizado, me dio mucho miedo, pensé que si aceleraba mataba a uno de ellos y después ellos me mataban a mí. Luego se metieron al carro y me levantaron a trompadas. A mi sobrino le dieron una pedrada en un ojo y una puñalada en la cabeza. Mi sobrino y yo volvimos a nacer el domingo”, manifestó Cochero mientras se palpaba la mano derecha en la que recibió un golpe.

Desesperado por lo que llamó “pánico de muerte”, el comerciante dio reversa y aceleró el auto hasta escapar de los delincuentes.

El hombre denunció que el ataque del que fue víctima junto a Deimer Hernández, se dio frente a los dos policías que permanecían en el lugar, los que no movieron un dedo para evitar que fueran agredidos y asaltados.

Los delincuentes les robaron celulares, relojes y 900 mil pesos en efectivo. También destrozaron los vidrios laterales delanteros, al igual que el panorámico y el cristal trasero del automotor.

Tras el hecho, afirma Cochero, ninguna estación de Policía le quiso recibir la denuncia porque no tenía cédula, la cual le había sido hurtada en el ataque.

El 13 de junio de 2016 la comerciante ecuatoriana María Antonia Hipo Huilcarema, murió a causa de una pedrada que recibió en la cabeza que fue lanzada por delincuentes que intentaron detener el vehículo en el que se movilizaba para atracarla, también bajo la lluvia. El hecho se registró en el mismo sector donde fueron atacados este domingo Elder Cochero y Deimer Hernández.