“Eso era lo que esperaban en la Alcaldía, que ocurriera una desgracia”. Así se pronunció, un habitante del barrio El Esfuerzo (Soledad), con relación a la tragedia que hoy enluta a dos familias por la muerte de dos jóvenes que resultaron electrocutados.
Los muchachos bajaban unos mangos de un árbol, y una varilla que utilizaban para esto tocó un cable de alta tensión que atravesaba las ramas, recibiendo la descarga fulminante. Están identificadas como Javid Fábregas López, de 16 años; y Diego Armando Barrios Carrillo, de 18.
La tragedia ocurrió a las 5 de la tarde del lunes en la carrera 8sur con calle 21. “Javid llegó a la casa como a las 4:50 de la tarde, se quitó las chancletas, puso a cargar el celular, agarró unas galletas y salió corriendo porque un amigo lo necesitaba”, expresó Wendy Fábregas López, madre del adolescente.
Javid residía en la carrera 10sur No. 18-327. Allí llegó Diego Barrios a proponerle que descargaran un árbol de mango. Fábregas y Barrios subieron a lo alto del árbol para lograr su cometido. “Lo que me dicen algunos es que unos mangos estaban muy altos, y por eso pidieron una vara para tumbarlos”, continuó Wendy, que en este punto del relato comenzó a quedarse sin aliento debido al dolor propio de los recuerdos.
Diego recibió una varilla para tumbar las frutas, pero en el impulso del brazo derecho rozó una guaya eléctrica y recibió la descarga. Al percatarse de esto Javid sujetó a su amigo y trató de halarlo, pero también sufrió el impacto, “quedó pegado”, dijo un testigo. “A las 5 de la tarde, 10 minutos después de verlo salir sonriente, vino una vecina a decirme que Javid estaba electrocutándose.Salí de aquí como una loca, sin zapatos, sostén y desarreglada, tenía miedo de encontrar lo que finalmente vi”, recordó Wendy en medio de lágrimas. A esta madre le tocó enfrentarse con una imagen cruda: el cuerpo de Javid humeante por la descarga, expulsando sangre por la nariz y boca; mientras sujetaba el cadáver calcinado de su amigo. “Me sentí impotente, no me dejaban tocarlo, los vecinos trataban de bajar las cañuelas, pero no podían, fue horrible”, lamentó Wendy.
Cuando por fin pudieron dejar sin energía el sector, cayó el cadáver de Barrios y bajaron a Javid, a quien llevaron al Hospital de Malambo, pero sin suerte en el intento, pues ya estaba muerto. “Eso era lo que estaban esperando en la Alcaldía de Soledad y Electricaribe, que ocurriera una desgracia. Llevamos meses rogándoles que corten los árboles del barrio, porque están muy altos, que además ajusten el cableado eléctrico, porque muchos están demasiado bajos y eso es un peligro”, denunció Arnold Mendoza, vecino de El Esfuerzo.
Electricaribe se pronunció sobre el hecho, y pidió a la comunidad mantenerse a distancia de la infraestructura eléctrica. La Alcaldía de Soledad lo que hizo fue enviar una cuadrilla de operarios para podar el árbol en el que ocurrió la tragedia.
Este es un hecho similar al sucedido el pasado 4 de noviembre en Villa Lozano, también en Soledad, donde dos hermanastras murieron electrocutadas cuando un cable de alta tensión se desprendió y les cayó encima.
Las víctimas fueron Joandry Ochoa Rocha y Karina Miranda González, ambas de 14 años. Diego Armando Barrios Carrillo cursaba décimo grado en el colegio Santander de Soledad, y al mismo tiempo estudiaba mecánica diesel.Su principal propósito era trabajar para colaborar en el sustento de una sobrina de 5 años. Javid Fábregas López estaba matriculado en noveno grado del colegio Nuestra Señora del Carmen, en el mismo barrio.También estudiaba mecánica, y al igual que su amigo será recordado como una persona solidaria, pero sobre todo alegre.