Las amenazas a docentes en Sucre fueron noticia en varias oportunidades durante el 2016. Los casos más recurrentes sucedieron en la Mojana, paradójicamente, la subregión desde donde surgieron más solicitudes de traslado, en parte por la lejanía con Sincelejo, la capital sucreña.
Pero la situación ahora parece adquirir un tinte oscuro. El gobernador de Sucre, Édgar Martínez Romero, denunció que los traslados se convirtieron en un negocio en el que incluso los maestros pagan altas sumas de dinero a las mafias para conseguir una buena plaza dentro del departamento. Con el agravante de que si no les gusta la sede que les tocó, estarían inventándose amenazas.
Martínez enfatizó en que, durante esta vigencia, estuvo varias veces en esa subregión y comprobó que no hay guerrilla y menos ahora que se está consolidando la paz, “¿quién los va a amenazar?”.
“Por eso dije en medio de un salón comunitario que no iba a traer a nadie amenazado porque sabemos que ellos mismos hacían las cartas o le decían a algunos pelaos que pintaran en las paredes, que están amenazados, que voy a matar a al profesor tal”, sostuvo el mandatario.
Recalcó que tras este duro pronunciamiento no se han presentado más solicitudes de traslado y cree que no existan casos de que estén pagando por los traslados.
En agosto tuvo lugar una reunión extraordinaria entre la Secretaría de Educación y las autoridades y allí reconocieron que muchos de los docentes se auto-amenazaban para ser trasladados a otras zonas menos apartadas. Había cerca de 50 denuncias por estos hechos y solo priorizaron 20 por su complejidad.
Uno de los hechos que más llamó la atención de las autoridades, y por el que designaron a los miembros de la Sijin para investigar, fue el ocurrido en Guaranda. Allí, supuestamente, miembros de un grupo armado ingresaron a un salón y escribieron en el tablero el nombre de algunos docentes a los que le exigían que se fueran de la población. En su momento, las autoridades le atribuyeron el hecho a delincuencia común por la forma en que operaron.