El zumbido de las balas en el barrio Las Flores, localidad Riomar, de Barranquilla, se ha convertido recurrente en las últimas semanas para los habitantes del sector, pues ocurren crimenes y atentados criminales dejando a lesionados y a otros fallecidos.
Investigadores judiciales aseguran que los hechos de sangre que ocurren en esta sección de la capital del Atlántico tienen una principal hipótesis: temas de microtráfico entre bandas que operan en esa zona.
El doble homicidio más reciente ocurrió al mediodía de este lunes en la calle 108 con carrera 91, hasta donde llegaron dos hombres a bordo de una motocicleta y los atacaron a disparos. Uno de los asesinados es Joan Alexander Fisher Tovar, alias El Duende, quien tenía medida de aseguramiento domiciliaria y murió en el acto.
Además, le figuraban anotaciones por concierto para delinquir agravado, extorsión agravada y tortura. Al parecer, era integrante del grupo delincuencial ‘los Cabezones’, al servicio de ‘los Costeños'.
Boca abajo y en medio de un charco de sangre quedó el cuerpo de alias ‘el Duende’.
Mientras que la otra víctima fue identificada como Andrés Felipe Carrillo Escorcia, 24 años, lo tuvieron que trasladar al PASO Las Flores, donde ingresó sin signos vitales.
En medio del ataque sicarial una mujer resultó lesionada por un proyectil de arma de fuego por lo que tuvo que ser auxiliada por la comunidad quien la llevó hasta un centro asistencial cercano, donde se recupera de las lesiones que le causaron.
Los testigos de este atentado sicarial aseguraron que las víctimas iban saliendo de una vivienda, cuando fueron abordadas por los sicarios que les dispararon sin mediar palabra.
Mientras tanto Andrés Carrillo Escorcia falleció en el PASO Las Flores.
“La motocicleta de los asesinos iba a toda velocidad por la calle, cuando se escucharon los disparos todo el mundo comenzó a correr y a gritar porque uno acá nunca sabe cuando van a matar al que tiene problema y una bala lo alcanza”, dijo una mujer que reside en la zona, pero que no quiso identificarse.
Al tiempo, aseguró que uno de los asesinados “tenía sus problemas, pero aún así lo querían en el barrio”.
“Los fines de semana era normal que en la cancha de fútbol hicieran torneos y todo eso, entonces, las personas aprovechaban para llegar en familia y ellos ayer (domingo) llegaron a jugar con el equipo al que pertenecían”, reveló la mujer.
De igual manera, dijo que una de las víctimas había anotado un gol. “El partido se jugó con normalidad el domingo y mire lo que pasó hoy lunes”, finalizó.