“No estaba desaparecido, estaba de parranda”, aunque así no dice la famosa canción El muerto vivo de Peret, lo anterior sí refleja la problemática que se vive en el departamento de Sucre donde falsas desapariciones son denunciadas constantemente en las entidades encargadas de investigar estos casos. Esto desgasta el sistema judicial, y además se utilizan recursos para buscar a alguien que no está perdido, sino que simplemente se fue de su casa por voluntad propia.
El capitán Carlos Alberto González, jefe del Gaula de la Policía Nacional en Sucre, advierte sobre un aumento de estos casos desde el año anterior y en lo que va corrido de este donde ya han sido denunciados casos en los que la ciudadanía acude al CTI de la Fiscalía para reportar la desaparición de un ser querido. Cuando los investigadores empiezan a realizar su trabajo se encuentran con que el presunto desaparecido se fue de rumba el fin de semana, o tuvo una discusión en su casa y decidió simplemente irse sin dejar información de dónde ubicarlo.
AUMENTAN PARA FECHAS ESPECIALES
El jefe del Gaula policial en Sucre asegura que estas falsas desapariciones suelen incrementarse en fechas especiales como Día de la Madre, de Amor y Amistad, en los puentes festivos, donde muchas personas en medio de crisis emocionales deciden irse sin decirle a nadie cercano a su núcleo dónde está ni los motivos que tuvo para desaparecer.
“Vemos que la mayoría de estos casos se presentan en hogares disfuncionales, hay muchos casos de menores de edad que pelean con sus padres y abandonan sus hogares y no avisan, pasan dos o tres días y la solución es ir a la oficina de desaparecidos, pero cuando los desaparecidos se ven en evidencia en los medios de comunicación toman contacto con sus familias”, señala el oficial.
El problema, asegura el oficial, es que una vez los desaparecidos toman contacto con sus familiares, estos no regresan al lugar donde instauraron la denuncia a reportar que ya encontraron a su ser querido y esto lo que hace es generar un desgaste porque la investigación continúa y agotan recursos en la búsqueda de alguien que ya apareció, cuando estos se pueden utilizar en un caso que realmente lo amerita.
Ese desgaste para los investigadores y el aparato judicial consiste en que cuando se reporta el caso de una persona desaparecida de inmediato se activan todas las alarmas y dan aviso a las patrullas de la Policía Nacional, además en el CTI de la Fiscalía designan un grupo especial que sale a investigar el paradero de esa persona desaparecida, “se pierde tiempo buscando, preguntando, indagando, viajando a ciertos lugares a buscar a alguien que simplemente se fue por voluntad propia o que ya apareció, pero que a su familia simplemente se le ‘olvidó’ avisarle a las autoridades”.
Ante situaciones de esta naturaleza “el llamado a la comunidad es a que primero verifique bien qué pasó con su ser querido antes de acercarse a denunciar, a que nos informen pero hechos que sean reales, que valgan la pena investigar y que se haga el desgaste judicial y administrativo que nosotros las autoridades manejamos, que no sean casos que no tengan ninguna transcendencia, que se pierden un fin de semana por irse a tomar tragos, o porque lo abandonó el compañero entró en su estado depresivo y abandonaron su hogar sin decir nada”, señaló el capitán González.
LAS CIFRAS NO MIENTEN
A través de la jefatura de prensa de la Fiscalía General de la Nación en Sucre, AL DÍA pudo conocer que en el 2016 hubo 77 denuncias de personas reportadas como desaparecidas en la Oficina de Desaparecidos del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI). De estos casos, 43 fueron de menores de edad y solo continúan el proceso de búsqueda en tres casos porque los otros fueron de personas que no estaban desparecidas, sino de parranda o por algún otro motivo abandonaron su casa.
Según los investigadores del CTI, existe una nueva modalidad de falsa desaparición que consiste en que los menores de edad se van en tracto mulas a ver partidos de fútbol en otras ciudades del país sin avisar en sus casas y sus familiares,desesperados, se ven en la necesidad de denunciar lo que no es una desaparición.
Incluso, según manifestaron en el CTI, en el año 2016 hubo un caso de un menor de edad cuyos padres reportaron su desaparición, que se dio bajo esa modalidad, en por lo menos cinco ocasiones. La última vez que sucedió fue el 7 de noviembre cuando se embarcó en un camión, y a los días, tras ver el partido de fútbol de su equipo favorito, regresó a su casa como si nada.
En cuanto a las desapariciones de personas adultas muchos se van de rumba los fines de semana y el lunes cuando la fiesta terminó es que regresan a sus hogares; otros casos por ejemplo se dan por problemas con el compañero sentimental, mujeres u hombres abandonan la casa sin decir adiós, los casos de niños desaparecidos se dan porque padres que no tienen la custodia deciden llevárselos.
Por eso las autoridades hacen un llamado para que antes de denunciar desapariciones se revise bien si vale la pena activar el aparato judicial y administrativo para buscar a alguien que se fue de casa por voluntad propia. La recomendación es esperar a que esta persona se reporte, y una vez se agoten todos los recursos y tiempos de espera, entonces si denunciar la desaparición para que las autoridades realicen su trabajo.