Estando lejos de su querida Sabanalarga, Atlántico, a Andreína Lucía Corro le llegó la noticia de que
el hombre al que había denunciado por golpearla brutalmente, había sido capturado. Miembros del CTI de la Fiscalía hallaron este martes 29 de septiembre a José David Rodríguez Guzmán, su expareja, en el Centro del pueblo y lo capturaron. Por eso su mamá, Arelis Huguez, esperaba este jueves ansiosa la llamada de su hija, para decirle que estuviera tranquila, que no la iban a matar.
Según Policía Judicial de Sabanalarga, a Rodríguez Guzmán
le aguardaba una orden de captura por el delito de violencia intrafamiliar, por hechos acontecidos el 20 de agosto de este año. Ese fue el mismo dato que notificaron cuando lo hallaron a las 10:20 de la mañana este miércoles, en la esquina de la calle 18 con carrera 18 del municipio, frente a una droguería.
Sin embargo, para Arelis la captura es una esperanza de que el temor de ella, su hija y sus nietos, cese, pues la del 20 de agosto, aunque fue la más fuerte, no fue la primera ni única golpiza que Andreína recibió.
“Ellos vivían desde hace dos años, pero él me la maltrataba mucho. Ella no podía hablar con nadie, salir con nadie, ni reírse con nadie, porque él decía que era marido de ella. El primer golpe fue el 13 de mayo, cuando
él la noqueó. Le dejó un ojo morado, pero ella no lo denunció esa vez”, relató Arelis. Después, una vez más, en junio, cuando Andreína le dijo a su pareja que ya no quería vivir más con él.
“Él se metió a mi casa a cogerla a la fuerza. Le decía que si no quería vivir con él, que si no era para él, no era para más nadie. Hasta trajo un revólver para matarla (…) Ella le decía ‘yo no quiero vivir contigo, déjame en paz, quiero vivir con mis hijos’; pero él no respetó que yo estaba ahí y se metió detrás de ella”, continuó la mujer.
Ese día de junio, Arelis llamó a un sobrino para que las socorriera. Aseguró que esto hizo que José David Rodríguez se fuera de la casa, pero ella, temerosa, buscó más ayuda. Entonces, dijo, a él “le avisaron que había llamado a la Policía y se perdió, pero ella (Andreína) no lo quiso denunciar”.
“La última vez fue la más fuerte y ahí ella recapacitó”, advirtió Arelis. Según denunciaron, ese día ambas mujeres se encontraban en su vivienda del barrio Villa Concepción, de Sabanalarga. Arelis dentro de la casa y Andreína en frente, con una amiga. Hasta ese lugar, denunciaron, llegó José David Rodríguez.
“Yo estaba cocinando y la muchachita de en frente me llama: ‘¡Arelis, corre que Jesús David le pegó!’
Yo los regañé y se quedaron quietos, pero ella (Andreína) le dice: ‘Tú no vas a dormir con nosotros’, fue cuando él la cogió por el pelo y empezó a darle golpes y golpes y golpes… yo me metí”, relató.
Ese día, aseguró, la agresión fue tan fuerte que su hija tuvo que pasar cinco días internada en un centro asistencial por cuatro días, con afectaciones en un pulmón, principalmente. Dijo que Andreína fue dada de alta el 24 de agosto y regresó a la vivienda de su mamá; sin embargo, su dolor no había terminado. Arelis contó que, mientras se recuperaba, la expareja de su hija les decía a los vecinos del barrio y allegados que “ya la presa estaba puesta y la iba a matar”.
“Dos días después que ella regresó, él pasó por el frente de la casa con un tipo, en una moto, señalando al lugar donde vivía mi hija. Por eso ella se tuvo que ir de aquí, porque él decía que me la iba a matar”, lamentó Arelis, recordando aquellos días.
Hoy, ambas mujeres esperan que se haga justicia, ansiosas por saber qué va a ocurrir con el proceso judicial contra José David Rodríguez Guzmán, a quien las autoridades trasladaron a la Fiscalía de Sabanalarga para que fuera presentado ante un juez con funciones de control de garantías, por el delito de violencia intrafamiliar.