El escándalo que se venía rumorando desde hace meses en los círculos de inversionistas de Barranquilla estalló el pasado fin de semana, cuando trascendió públicamente el colapso del modelo de negocio de la firma Magitek. La noticia se supo la noche del pasado viernes 25 de agosto. Más de 200 personas protestaron frente a las oficinas de la firma en el barrio Boston, y hasta amenazaron con quemarlas si no les devolvían su dinero, lo que no ha ocurrido hasta la fecha.
Ha pasado una semana y las fuentes consultadas por AL DÍA coinciden en que el negocio que montó Magitek International S.A.S, filial de la firma Merlim Network, señalada de cometer una estafa masiva en Barranquilla, es una pirámide y no un multinivel, como se ha afirmado.
El economista Jairo Parada señaló que lo aparentemente novedoso es que Merlim incorporó herramientas tecnológicas, como plataformas digitales, aplicaciones y juegos, para venderle a la gente la ilusión de recuperar su inversión jugando en Internet. Pero esto era una distracción y su objetivo real siempre fue captar gente con la promesa de duplicarles la inversión rápidamente.
Pero en cualquier momento la pirámide colapsa y generalmente ocurre cuando dejan de llegar inversionistas y se hace imposible sostener el pago de las comisiones por vinculación y los otros beneficios.
En ese momento quienes encabezan la estructura desaparecen, o se declaran en bancarrota, quedándose con el dinero de los socios. En su canal de YouTube el inversionista Juan Diego Gómez señala que otra característica de las pirámides es que no venden productos, ni servicios reales o tangibles; sino rendimientos irreales para captar gente, o sea humo.
Este sería el caso de Magitek que ofrecía hasta el 40% de comisión por vincular nuevos socios, aseguran los afectados en sus denuncias presentadas ante la Fiscalía y la Policía. Juan Diego Gómez también aclara que los “negocios multinivel serios” ofrecen productos tangibles para comercializar, y aunque también pagan comisiones por afiliar nuevos miembros, lo hacen con base al nivel de ventas de quien hace la vinculación, como ordena la ley.
Por ende, la persona que desee progresar en un negocio multinivel confiable tiene por delante el arduo trabajo de vender el producto (que debe ser bueno), y vincular a nuevos miembros para construir su propia red de negocio y empezar a ganar comisiones acordes con los parámetros legales, explica Gómez.
VENDIENDO HUMO
Hasta el momento las autoridades han establecido que Merlim Network es un negocio de la firma Magitek International S.A.S, una empresa colombiana que desarrolla aplicaciones móviles con sede en la carrera 44B N°53B-49, barrio Boston, en Barranquilla.
Su modelo de negocio es en dólares (US) y está diseñado para atraer clientes sin ofrecer ningún producto concreto para la venta. Se basa en adquirir una membresía de entre US$330 ($970 mil) y US$930 (2’732.000) por acceder a juegos para celular creados por Magitek. Con tan solo jugar media hora diaria ofrecían pagar US$4 ($11.800) por la membresía de US$330; y US$11 ($32.400) por la membresía de US$930. Así, en 180 días (seis meses), luego de los cuales se debía renovar la suscripción, el cliente duplica lo invertido: en el paquete de US$330 obtenía $2’124.000; y en el de US$9030 un poco más de $4’917.000.
Además, recibía jugosas comisiones aproximadamente de US$40, un poco más de $117.000, por afiliar a nuevos miembros. Para los expertos la promesa de duplicar la inversión en seis meses era el cebo para atraer incautos, que adquirían varias membresías a nombre de familiares o amigos, o llevaban más gente, guiados por la ambición de ganar por punta y punta: coger la comisión de los nuevos socios y duplicar la inversión jugando.
EL PROBLEMA PARA JUDICIALIZARLOS
Indalecio Dangond, experto en financiamiento del sector agroindus trial, considera que “es increíble que a estas alturas de la vida haya gente que crea que se va a volver rica jugando por Internet”. También se refirió al problema que existe en Colombia para judicializar a quienes realizan este tipo de prácticas.
Foto de la captura de Deison Andrés Valencia Grajales y Freddy Enrique Morelo Morelo | Cortesía
Y tiene razón porque el pasado lunes 28 de agosto, un juez dejó libres a los directivos de Magitek, Deison Andrés Valencia Grajales y Freddy Enrique Morelo Morelo, señalados por la Fiscalía de ser presuntos responsables del delito de captación ilegal de dinero, tipificado en el Código Penal colombiano.
El togado sustentó su decisión en que no hubo flagrancia, y la Fiscalía no pudo demostrar la captación ilegal de dinero por falta de elementos jurídicos. Valencia Grajales y Morelo fueron detenidos el pasado sábado 26 de agosto, bajo la potestad de dos artículos del Código de Policía y actualmente están libres.
“En este caso es muy difícil probar el delito de captación ilegal de dinero, porque se usaron esquemas nuevos recurriendo al Internet”, señaló Dangond. Además las personas afectadas entregaron voluntariamente los recursos para un juego internacional y virtual; y firmaron contratos en los cuales pactaron determinados términos y condiciones.
Por su parte la psicóloga Marcela Torres Brito, docente de ciencias sociales y humanas en la Universidad Simón Bolívar, explicó que las personas caen en este tipo de negocios porque responden al principio de la economía cognitiva, según el cual la necesidad por el dinero los lleva a minimizar riesgos y hasta ignorarlos, a pesar de que son evidentes.
“Otra parte de la ecuación es que quienes ofrecen este tipo de negocios están capacitados, o tienen facilidad innata, para convencer. Le hablan a las personas de sus necesidades y lo que van a ganar, nunca de los riesgos. También usan herramientas de la programación neurolingüística, como establecer si el interlocutor responde a lo visual, auditivo, verbal, etc.”, señaló la psicóloga.
En otro punto que coinciden las fuentes es la falta de ofertas de inversión del mercado económico colombiano para los pequeños ahorradores, ya que los bancos ofrecen intereses paupérrimos y una absoluta nulidad de opciones para invertir pequeños capitales generando una rentabilidad que valga la pena. Además, la gran mayoría de la población, se estima que el 95 por ciento, es ‘ignorante’ en temas financieros, situación que facilita el auge de los negocios como las pirámides y los multinivel deshonestos que solo son rentables para sus creadores, quienes se lucran a costas del dolor y el sufrimiento de mucha gente.