Dos mataderos que no eran clandestinos, pero que venían funcionando sin ninguna documentación legal, ni sanitaria, fueron allanados y cerrados por las autoridades que determinaron su clausura y el decomiso del material cárnico que allí se encontraba.
Las acciones oficiales fueron desarrolladas por funcionarios del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) quienes contaron con el apoyo de personal militar del Batallón Santa Bárbara adscrito a la Décima Brigada.
Fueron dos sitios los intervenidos y en los mismos fueron encontradas mil pieles de reses que fueron sacrificadas varias semanas atrás y que tienen un costo en el mercado estimado en cinco millones de pesos.
Abundante alimento en mal estado
De la misma manera, las autoridades informaron que fueron hallados 480 kilogramos de carne, vísceras y huesos, alimento que se encontraba en mal estado por la pésima manipulación que reciben y que de haber estado en buenas condiciones su costo estimado es de $5.760 millones.
Posiblemente robado
Las autoridades no podían informar si la carne era el producto de reses que habían sido robadas, pero lo que sostienen es que en estos dos sitios que no estaban en la misma área, si se habían hecho faenas de sacrificio con animales que habían sido robados en las haciendas de San Juan del Cesar y las restantes zonas vecinas que se caracterizan por tener los mayores hatos de La Guajira y uno de los más importantes de toda la costa.
En cualquier patio matan una vaca
De acuerdo con lo informado por parte de los ganaderos, no son solo estos sitios que han sido exclusivos para el sacrificio irregular de ganado los que vienen produciéndole un grave daño a la economía de la región, sino que hay otros lugares, incluso en los patios de cualquier casa, hasta de la misma cabecera municipal, se sacrifica ganado que puede tener buena o mala procedencia, pero que no recibe la manipulación conforme lo establecen las normas sanitarias y el mismo Invima.
Gremio golpeado por el abigeato
Los ganaderos de San Juan del Cesar y Fonseca, entre otros municipios del sur, son quizás los productores más golpeados por el delito en todo el país y pese a sus grandes influencias y la vigilancia de ellos mismos, no han logrado controlar el robo que es continuado y en el que probablemente están participando delincuentes de la misma zona de la provincia que conocen como la palma de la mano, todos los recovecos de las haciendas y por donde pueden sacar los animales sin mayores riesgos de caer en manos de las autoridades.