Un nuevo cuestionamiento a la figura de la casa por cárcel, o detención domiciliaria, empezó a recorrer ayer las calles de Barranquilla tras el asesinato de Jonathan Enrique Marenco Díaz, de 23 años, conocido con el apodo del ‘Menor’, baleado en el barrio El Bosque la tarde de este martes 24 de abril, cuando visitaba a unos familiares.
El ‘Menor’ tenía detención domiciliaria por el delito de hurto desde 2014; sin embargo fue asesinado en la calle 63B con carrera 9L, en plena vía pública, lo que, a juicio de las autoridades, significa que no estaba cumpliendo con la medida que le impuso un juez.
Los familiares de Marenco Díaz reclamaron ayer el cadáver en Medicina Legal y se negaron a hablar con los medios.
“Esa casa por cárcel no sirve para un ‘carajo’, la gente deja el brazalete encima de la nevera, donde sea, y sale a seguir en lo mismo que antes, como si nada pasara”, afirmó un ama de casa de El Bosque, quien pidió no revelar su nombre. Indirectamente la mujer hacía referencia al caso de Elizenis Muñoz Navarro, conocida como ‘la Diabla’, capturada en el barrio Villa Estadio y, según fuentes oficiales, dejaba el brazalete electrónico encima de la nevera para que la vibración y el calor que desprende el electrodoméstico simularan el de su cuerpo.
Actualmente la mujer cumple con una nueva medida de casa por cárcel. Recientemente en entrevista a este diario aseguró que no volverá a violar la domiciliaria.
Otras medidas de casa por cárcel que han generado polémica en Barranquilla son la que actualmente tiene Enilce López, la ‘Gata’, condenada por homicidio y quien está en el ojo del huracán porque el Gobierno la está expropiando sus propiedades a través de la figura de la extinción de dominio.
También la domiciliaria que le concedieron hace poco al ex Gerente de la Triple A, Ramón Navarro Pereira, quien reconoció haberse apropiado de 27.879 millones de pesos mediante operaciones ilícitas, pero sin embargo disfruta del calor de su hogar.