El general Mariano Botero Coy, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, expresó que en la vivienda de Dalila María Duarte Martínez, situada en el barrio Altos de la Metropolitana de Soledad, fueron hallados elementos que sirvieron para la metralla de las bombas de la Estación de Policía del barrio San José y la del CAI de Soledad 2000.
La mujer, quien se entregó la tarde del domingo en la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía,es la cuarta persona vinculada a los atentados terroristas del Eln del 27 y 28 de enero pasados, que dejan 6 policías muertos y más de 50 heridos. Los otros tres vinculados a la investigación son Cristian Camilo Bellón Galindo, ya detenido en la Cárcel de Valledupar; Jefferson Torres Mina, fugitivo, y Nilson Mier Vargas, pareja de Duarte Martínez, que también huye.
El alto oficial explicó en rueda de prensa que en dicho inmueble, situado en la carrera 5A con calle 57, miembros de la Sijín y el CTI de la Fiscalía realizaron un allanamiento el pasado primero de febrero y encontraron “hierros retorcidos y otros elementos de metal”, similares a los que peritos descubrieron el mismo sábado 27 de enero en el sitio donde se detonaron las bombas.
Estos elementos metálicos, añadió Botero Coy, fueron propulsados por la explosión e hizo rasguños profundos en el cemento.
Sobre Nilson Mier Vargas, el general Botero Coy señaló que “este hombre ya tiene un historial, pensaríamos que la Fiscalía no tuvo duda para solicitar la orden de captura de esta persona”.
El comandante ratificó que Mier Vargas fue la persona de la que se elaboró un retrato hablado, y que estuvo acompañando a Jefferson Torres Mina en diciembre pasado a comprar una motocicleta en la calle 47 con carrera 21, barrio San José, a unas cuadras de donde se cometió el primer atentado terrorista. Así mismo Botero Coy agregó que este hombre estuvo con Torres Mina en la oficina de Tránsito de Galapaadelantando trámites para legalizar el tránsito del vehículo.
Ayer trascendió que el hasta ahora fugitivo Nilson Mier Vargas, habría estado detenido en Valledupar por nexos con la guerrilla, pero esto no fue confirmado por las autoridades.
En audiencia
En la sala 23 del Centro de Servicios Judiciales fue presentada ayer en audiencia de legalización de captura Dalila María Duarte Martínez, de 50 años, por delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio agravado, terrorismo agravado, uso de explosivos agravado, uso de redes y de elementos de comunicación agravado y maltrato animal agravado.
La diligencia estuvo a cargo del juez Penal Municipal con Función de Control de Garantías Ambulante Bacrim, Ricardo Méndez. La audiencia se llevó a cabo a puerta cerrada y a esta solo asistieron la indiciada y las partes intervinientes, representadas por el fiscal 149 especializado de la Dirección contra el Crimen Organizado, Wilder Guerra Millán; Dilma Nassar, por el ministerio público y Jorge Hazbún, como representante de la defensa. En la legalización el fiscal Guerra Millán solo manifestó la forma cómo se dio el acto de entrega de la mujer desde la tarde del pasado domingo.
“Una hija de Dalila María Duarte Martínez hizo contacto con los investigadores del CTI y la Sijín, y les comunicó telefónicamente que su madre quería entregarse. Esta mujer tenía orden de captura expedida desde el 2 de febrero por el juzgado 19 penal con funciones de control de garantías. Dijo que su madre tenía interés de colaborar con la justicia”, expresó el fiscal Guerra Millán.
De igual manera el representante del ente investigador dijo que a la detenida la iba a representar un abogado particular que venía de Bogotá, y que Nilson Mier Vargas, su pareja, se entregaría cuando el defensor llegara.
Paralelo a esta diligencia, Alberto Esguerra González, abogado de la Defensoría que recibió la declaración de Dalila Duarte cuando se entregó a la 1:15 de la tarde del domingo, recordó ayer en el Centro de Servicios que la mujer decidió hablar desde que llegó a la URI.
“Lo primero que se le hizo a ella fue preservarle su derecho constitucional, explicarle que no debía hablar, así estuviera en presencia del defensor público, hasta tanto el juez no empezara la audiencia. Pero ella dijo que no”, dijo Esguerra.
En diálogo con el penalista, la detenida “habló de su marido y que Cristian Camilo Bellón Galindo y Jefferson Torres Mina estaban en su casa, que ella les hacía la comida y que ella los atendía permanentemente. Dio la fecha en que ellos llegaron y la fecha en que se fueron”, señaló el abogado.
“Según dijo ella, eran amigos del marido, del papá de sus hijos”, afirmó el abogado.
La imputación de cargos contra Dalila María Duarte continúa el miércoles a las 9:00 de la mañana.
‘Dalila, Jefferson y nilson lucían como una familia normal’
Desde principios de diciembre del año pasado Jefferson Torres Mina —señalado como coautor del atentado a la estación San José y el CAI de Soledad 2.000—, llegó a vivir en la casa de Nilson Mier Vargas y su esposa Dalila Duarte Martínez, en el barrio Altos de la Metropolitana (Soledad). Allí fue albergado durante el tiempo que requirió para preparar los artefactos explosivos y organizar los ataques terroristas del fin de semana antepasado, que hasta ahora han cobrado la vida de seis policías.
Torres Mina permanece prófugo, y por información que permita su captura ofrecen hasta $70 millones. Quien también está huyendo es Mier Vargas, en tanto que Duarte Martínez está a disposición de la justicia para responder por su posible participación en las explosiones atribuidas al Eln.
Vale la pena recordar que a Mier lo vieron acompañando a Torres en varias diligencias, entre esas la compra de una motocicleta.
Relación entre los individuos
AL DÍA corroboró ayer que en la residencia en la que convivían Nilson, Dalila y Jefferson está situada en la carrera 5A No. 57-109, apartamento 1, Altos de la Metropolitana.
Un sector rodeado por los barrios Villa Karla, Ciudadela Metropolitana y Villa Valentina, al que para llegar no es fácil, pues no cuenta con vías de acceso pavimentadas y muchas son imposibles para el tránsito vehicular.
Quien primero residió en dicho apartamento fue Nilson Mier. La propietaria del inmueble dialogó ayer con AL DÍA y dijo. “Se lo arrendé a mediados de julio de 2017. El señor residía solo, sin mujer”.
Nilson acordó con la arrendadora un cánon mensual de $370 mil.
“Conocí a la señora (Dalila) los primeros días de diciembre. Nilson me la presentó como su esposa, que había llegado para cuidarlo por una operación que necesitaba en un ojo”, continuó la dueña de la residencia.
Este medio indagó con vecinos de Mier y ratificaron que se mudó solo en julio, y que aproximadamente el 18 de noviembre llegó a la casa Dalila Duarte Martínez, a la que mostraba como su pareja.
“Nosotros vinimos a vivir al barrio el 20 de noviembre, y ellos (Dalila y Nilson) ya estaban ahí”, comentó Daniel Lujano, residente en el apartamento contiguo al de la pareja.
A la llegada inesperada de Dalila —si tomamos en cuenta que el negocio de arriendo era con Nilson—, se sumó luego la presencia en la vivienda de Jefferson Torres Mina.
“El moreno se mudó como el 6 o 7 de diciembre”, agregó Lujano.
“Ellos parecían una familia normal. Veían televisión en la sala, saludaban a los vecinos. El moreno acostumbraba a fumar cigarrillos en la terraza. La verdad, es que eran hasta amables, incluso, los vimos celebrar juntos la Navidad y Año Nuevo”, precisó Lujano, quienaseguró no haber visto nunca allí a Cristian Bellón Galindo, capturado el mismo día del atentado a la estación San José.
Nilson y su pareja habitaban un apartamento azul, de cuatro metros de ancho por 16 de largo. Con dos habitaciones sin puertas, una sala, baño, cocina y patio.
Este lugar actualmente está sometido a reparaciones, pues quedó en mal estado tras la salida de sus inquilinos.
‘Se busca’ y chao…
La propietaria del inmueble también confirmó que Jefferson Torres Mina estaba hospedado en su casa, pero sin su consentimiento. “Me enteré de que él estaba en el apartamento porque el 21 de enero fui a cobrar a los inquilinos de al lado, y me llamó la atención una moto parqueada en la terraza”.
La arrendadora le contó a AL DÍA que la motocicleta era negra, lo que coincide con el vehículo adquirido el 30 de diciembre de 2017 por Torres Mina, una Honda Dream Neo 2018. “Vi al sujeto, y lo que me dijo Nilson fue que eran familiares suyos que lo acompañarían para tratar la operación”. Uno de los vecinos de Nilson dijo que notó sospechoso a Torres poco antes y después del atentado.
“Él acostumbraba a salir, pero de un tiempo por acá permanecía en la sala, con la puerta semicerrada. Recuerdo que varias veces me pidió que le hiciera carreras a Malambo, con todo y que tenía su moto, pero nunca lo transporté”, informó un taxista que pidió reserva de identidad.
El 31 de enero AL DÍA publicó una portada que mostraba la foto de Torres Mina y el título ‘Se busca’. Luego de esa edición nadie en el barrio volvió a ver a este sujeto.
Compré el periódico en el trabajo al finalizar el día, pero solo cuando volví a casa me percaté de que era el vecino al que buscaban
“Compré el periódico en el trabajo al finalizar el día, pero solo cuando volví a casa me percaté de que era el vecino al que buscaban. Le comenté a un compañero de vivienda y me dijo, ‘si, se mudaron esta tarde’, y ya”, expresó Lujano.
La dueña de la casa ratificó que sus inquilinos se mudaron el miércoles 31 de enero a las 3 de la tarde, sin informarle nada. “Supe que se mudaron, porque el jueves allanaron el apartamento y la Policía exigió mi presencia”, añadió.
Durante la revisión del inmueble las autoridades encontraron metrallasy elementos similares a los hallados en el cuerpo de Bellón al momento de la captura, así lo explicó el general Mariano Botero, comandante de la Policía Metropolitana.
Queda la sensación de que la captura de Jefferson Torres Mina hubiese sido posible si las autoridades no revelan su identidad, tal como lo insinuó el Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, al afirmar que se “filtró información que afectó la investigación”.